Gerardo Chijona rueda una tragicómica historia de enredos

Una nueva coproducción hispanocubana se ha rodado recientemente en La Habana: se trata de Perfecto amor equivocado, última comedia del director cubano Gerardo Chijona, en la que trabajan los actores españoles Sancho Gracia y Javier Gurruchaga.

La película está concebida en tono de "tragicomedia contemporánea" y a la vez de "comedia reflexiva, costumbrista y de enredos", y cuenta la historia de un escritor que en cierta época tuvo éxito y en el presente atraviesa una profunda crisis en sus relaciones con su esposa, su amante y su hija. Los protagonistas son los cubanos Luis Alberto García y Beatriz Valdés.

"Mi personaje se llama Julio del Toro y es un novelista que tuvo un cierto éxito diez años atrás, pero desde entonces no ha hecho nada más. Él odia la salsa, pero haciendo letras para canciones de salsa se forra de dinero", cuenta Luis Alberto García, conocido en España por su participación en cintas como Cosas que dejé en La Habana, de Manuel Gutiérrez Aragón, y La vida es silbar, de Fernando Pérez, ganadora de un premio Goya.

Beatriz Valdés (La bella del Alhambra) es en la ficción la amante de Julio, "una mujer que busca la felicidad pero que quiere que otros se la resuelvan". "Él está casado y ella trata de definir y concretar esa relación, y por ese camino suceden cosas que la sorprenden", explica Valdés, quien desde hace diez años reside en Venezuela -éste es su regreso al cine cubano.

El actor Sancho Gracia hace el papel de un español cincuentón, Manolo, que es novio de la hija de Julio del Toro. "No es el típico español que viene a Cuba a follar, es un hombre serio, un productor musical que trabaja en La Habana pero que al final se enreda y acaba con la madre de su novia", afirma el actor, que en 1985 protagonizó en Cuba la película Gallego. Para Gurruchaga, que hace un papel corto -de amigo de Manolo-, es su quinta película en la isla.

Comedia clásica

Según Chijona, aunque Perfecto amor equivocado "es la clásica comedia de situaciones muy a lo Wilder o a lo Woody Allen, a veces tiene momentos muy tristes y de amargura". "En el fondo, está la soledad de los personajes, que intentan desesperadamente ser felices; inclusive muchos creen que lo logran, pero es todo lo contrario", dice el realizador de filmes como Adorables mentiras y Un paraíso bajo las estrellas. A su juicio, la historia se mueve en dos niveles: un primer nivel de "entretenimiento, para que la gente lo pase bien", y un segundo nivel, que busca que "el público establezca un diálogo con la pantalla y los personajes, que sirven de alguna manera de espejo a los espectadores".

La película está producida por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica en asociación con Wanda Visión y Fénix PC.