La izquierda y los sindicatos intensificarán las protestas si Aznar sigue apoyando un ataque
Convocan un paro de 15 minutos para mañana a mediodía y una manifestación el sábado
Los partidarios de la guerra se están quedando sin argumentos, en parte gracias a las movilizaciones ciudadanas en todo el mundo contra un ataque a Irak. Este es el convencimiento de los sindicatos, los partidos políticos de oposición, la Plataforma Cultura contra la Guerra y más de 300 organizaciones sociales españolas que convocan una nueva manifestación, el próximo sábado a las seis de la tarde, y un paro de 15 minutos, mañana, viernes, a mediodía. Si los planes de guerra continúan, la izquierda y los sindicatos intensificarán las acciones de rechazo en la calle y en las instituciones.
Como hace casi un mes, la izquierda social, política y sindical se unió ayer de nuevo para pedir a los ciudadanos que apoyen las movilizaciones y actos contra la guerra que se celebrarán desde mañana. Cándido Méndez, secretario general de UGT, prestó la sede del sindicato en Madrid como punto de reunión de los convocantes.
La voz cantante la llevó el actor Pepe Viyuela, en nombre de la Plataforma Cultura contra la Guerra. "El sentido común de la inmensa mayoría de los ciudadanos tiene que parar a un grupito de iluminados encabezados por George Bush", dijo Viyuela. El actor compartió mesa con Cándido Méndez, con el secretario general de CC OO, José María Fidalgo; el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero; el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares; Carlos Mataix, de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, y Ángeles Álvarez, de la Red de Mujeres contra la Violencia.
300 organizaciones
Los intervinientes representaban a las 300 organizaciones que se han adherido a la plataforma contra la guerra. A Méndez y Fidalgo les correspondió, en el reparto de papeles que establecieron en una reunión previa, anunciar la convocatoria de un paro de 15 minutos, el viernes a las 12 horas, en línea con lo que ha acordado la Confederación Europea de Sindicatos, que agrupa organizaciones sindicales de 37 países.
"Parar Europa es parar la guerra", dijo Fidalgo. Álvarez recordó que en todas las guerras la mayor parte del sufrimiento recae sobre las mujeres y los niños. Tanto Mataix como Ángeles Álvarez terminaron sus alocuciones con un "no a la guerra". El primero hizo una evaluación de la ingente cantidad de refugiados que provocaría un ataque militar contra Irak y aseguró que las ONG rechazarán fondos de países que participen en la guerra. El escritor portugués y premio nobel de Literatura José Saramago está preparando ya la intervención que pondrá término a la manifestación del sábado en Madrid, que finalizará en la Puerta del Sol. Saramago compartirá la lectura del texto con la escritora Dulce Chacón.
La llamada a los ciudadanos para que se manifiesten el sábado la realizó Rodríguez Zapatero. "Por responsabilidad, por seguridad moral, por un orden internacional más justo, por respeto a la legalidad y porque somos más los que no queremos la guerra, hay que acudir a la manifestación", dijo Zapatero.
El líder socialista está convencido, según explicó ayer por la tarde en conversación con los periodistas en el Congreso de los Diputados, de que las movilizaciones y la presión social son lo que está frenando los planes iniciales de algunos Gobiernos, que cada vez están más indecisos a pesar de los requerimientos y presiones de Estados Unidos.
Pero si los acontecimientos no cambian y los planes de guerra continúan, las movilizaciones y las acciones de rechazo en el Parlamento y en la calle continuarán, según anunciaron Zapatero y Llamazares. Eso sí, los dos partidos de izquierda pretenden seguir actuando desde la unidad de una amplia plataforma de organizaciones sociales. Eso significa que en las convocatorias unitarias todos tendrán que ceder algo en sus posiciones.
Los adversarios de la guerra están convencidos de que las movilizaciones populares sí sirven y por eso, de manera muy enfática, piden a los ciudadanos que salgan de nuevo a la calle. "Ganar tiempo se está demostrando que es ganar en vidas humanas", opinó Cándido Méndez. "Todos a la calle", pidió Zapatero.
Por la tarde, en el pleno del Congreso, el presidente del Gobierno, José María Aznar, ironizó sobre la afición que Zapatero está cogiendo a la calle y a las pancartas. El líder socialista asistió impasible a las chanzas.
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