Masificación "récord" en las prisiones catalanas

Desde la Guerra Civil, nunca había habido tantos presos en las cárceles catalanas. A partir de este dato, que Anton Cañellas considera "preocupante", el Síndic analiza la masificación que sufren los centros penitenciarios de Cataluña. Cañellas denuncia que las prisiones están al límite de su capacidad y ha advertido a la Generalitat de que deberá considerar la necesidad de construir más prisiones, además de las ya proyectadas para sustituir las que se cerrarán en Barcelona.

Asimismo sostiene que "en las prisiones catalanas hay casi 7.000 internos, una cifra récord que no se había alcanzado nunca y que ha puesto las nueve prisiones al límite de su capacidad real, porque la capacidad teórica siempre ha sido sobrepasada". En noviembre de 2002 había en las cárceles catalanas 6.991 internos, el 9,18% más que el año pasado por la misma época, cuando, según datos citados en el informe, "la capacidad óptima de los centros penitenciarios es aproximadamente de 5.700 internos".

Las consecuencias de esta masificación son, según Cañellas, "mayor conflictividad entre los presos", ya que hay celdas ocupadas por hasta cinco internos en la Modelo y cuatro en Ponent y Can Brians, cuando la ley orgánica penitenciaria establece que, salvo las excepciones, "los dormitorios son individuales".

Tras afirmar que la masificación provoca "malestar" entre los funcionarios y dificulta la reinserción, Cañellas advierte de que, según las previsiones de la Generalitat, en el año 2007 se alcanzarán los 10.000 presos, una cifra que puede verse incrementada aún más por las reformas legislativas del Gobierno, que elevarán el número de presos preventivos.

El Departamento de Justicia afirmó ayer que, pese a las recomendaciones del Síndic de Greuges, no piensa construir más prisiones que las dos ya previstas.