Blair advierte a Francia de que su amenaza de veto beneficia a Sadam

El primer ministro británico, Tony Blair, advirtió ayer a Francia de que el recurso al veto incondicional y anticipado en el Consejo de Seguridad será aprovechado por Sadam Husein para escapar a sus obligaciones de desarme.

La negativa del presidente francés, Jacques Chirac, a apoyar una segunda resolución, que legitime la guerra contra Irak, no alteró la decisión de Blair de lograr el consenso a ambos lados del Atlántico y dentro del seno de la UE.

Blair acusó a los países que, como Francia y Rusia, y tal vez China, amenazan con recurrir al veto, de enviar un mensaje contraproducente. "Están diciendo a Sadam: 'Usted se ha escapado del anzuelo'. Es una postura desafortunada porque Irak nunca hará concesión alguna ni cooperará sin la amenaza del uso de la fuerza. El progreso en las últimas semanas se ha debido a esa amenaza de la fuerza".

El primer ministro se niega a tirar la toalla y, según confirmó ayer, seguirá trabajando para conducir a los miembros del Consejo de Seguridad hacia una "postura común" basada en la resolución 1.441 y aprobada en noviembre por un voto mayoritario, que incluía también el de Francia. Para lograr ese consenso universal, o al menos un voto mayoritario en la ONU (nueve votos), el Gobierno británico está dispuesto a hacer concesiones y modificar el texto de la nueva enmienda con la que persigue legitimar la guerra contra Irak. "Estamos ofreciendo ideas claras respecto a lo que Irak debe hacer para demostrar que está preparada a desarmarse voluntariamente", dijo ayer en Downing Street, donde se entrevistó con su homólogo portugués José Manuel Durão Barroso.

Estudio de enmiendas

Las enmiendas al borrador de Londres, Washington y Madrid, que ayer seguían negociándose, se encaminan a definir los parámetros concretos, respecto al arsenal de destrucción masiva, documentación de proyectos bélicos y plazos de la cooperación voluntaria que Sadam debe cumplir para evitar la acción armada. El Gobierno británico cede al inspector de la ONU, Hans Blix, la elaboración de estas normas claves, que incluirían un garante para entrevistar a los inspectores iraquíes fuera de su país sin temor a represalias.

Londres, por su parte, se declaró ayer dispuesta a retrasar el ultimátum propuesto del día 17 "no más allá de marzo". Para entonces, el presidente iraquí deberá haber demostrado su disposición a cooperar y proceder al desarme.

Blair y Barroso coincidieron en la necesidad de "reconciliar" las divergentes posturas de EE UU y Europa. El primer ministro británico reconoció que Francia ha adoptado una "posición muy difícil" al hablar de "veto en cualquier circunstancia", y señaló que la fractura de la alianza transatlántica "será perjudicial para todos nosotros y el resto del mundo". "Estamos preparados para encontrar un camino común, pero necesitamos que los otros estén igualmente dispuestos a hacerlo", dijo.