Menos pérdidas para todos

Más de cuatro años después de la liberalización de las telecomunicaciones, los rivales de Telefónica ya no sólo luchan por conseguir clientes y arrancar cuota de mercado al ex monopolio como al principio, sino que su principal objetivo ahora es alcanzar la ansiada rentabilidad financiera.

En 2002, prácticamente todos siguieron arrojando pérdidas pero, en la mayor parte de los casos, lograron frenar el ritmo de crecimiento de los números rojos. La división de telefonía fija de Auna (Auna Telecomunicaciones) redujo sus pérdidas operativas (Ebitda) a un tercio (-39 millones de euros), aunque aumentó significativamente su resultado neto negativo (-484 millones) debido en gran parte a los costes extraordinarios provocados por el cierre de Quiero TV (con un impacto negativo de 146 millones) y por el proceso de integración de Retevisión y los operadores de cable.

También disminuyó a la mitad sus pérdidas Uni2, la filial española de France Télécom, que incluso obtuvo beneficio operativo (8 millones), y ha anunciado que autofinanciará sus inversiones para el presente ejercicio.

Peor le fue a Jazztel, que tras el proceso de reestructuración de deuda que acometió el pasado año, y aunque redujo tanto las pérdidas netas (de -189 a -148,9 millones) como las operativas (de -95,7 a -40,7 millones), fue el único de los grandes que no aumentó sus ingresos.

También los operadores de cable mejoraron sus resultados en el pasado ejercicio. Ono obtuvo un beneficio operativo positivo (15,8 millones) y el gallego R redujo sus pérdidas operativas hasta 9,69 millones de euros.