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Una historia llena de atascos, accidentes e inundaciones

La historia negra de la M-30 está unida a los accidentes de tráfico, a los continuos atascos y a las inundaciones que colapsan de forma reiterada esta vía cada vez que llueve en la capital. Además, el Ayuntamiento de Madrid todavía está pendiente de que el Ministerio de Fomento le traspase las competencias de la ronda, algo que, según Ruiz-Gallardón, se producirá en los próximos meses.

La construcción de la M-30, que comenzó en 1967 y se cerró en 1992 con la avenida de la Ilustración, supuso un desembolso de unos 300 millones de euros. Desde que comenzó a funcionar, la M-30 ha estado permanentemente atascada. Los técnicos consideran que uno de los mayores defectos de la primera ronda que se construyó en la capital -aunque se la denomina tercer cinturón- son las numerosas entradas y salidas que se reparten en su recorrido: 27. Además, los accesos que conectan la ronda con calles y carreteras nacionales o comarcales triplican su propia extensión. A los 34,8 kilómetros que recorre la M-30 hay que añadir los 96 kilómetros que tienen sus nudos y enlaces.

Más información
La M-30 soporta una intensidad media de 250.000 vehículos al día

Otro dato negativo unido a esta ronda son los accidentes de tráfico. Según la Policía Municipal, las víctimas mortales se redujeron un 28,6% en 2002, ya que pasaron de 14 en 2001 a 10 el año pasado. Este descenso se ha vivido también en el número de heridos, con un 6% menos. En 2002 se registró una media diaria de cuatro choques de diferente consideración, lo que arroja un balance final de 1.737 golpes en 2002.

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