Condenados a penas de cárcel seis miembros de una familia de Barcelona por simular accidentes y atropellos

La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a 16 años de prisión a seis personas de una misma familia por simular accidentes de coche y atropellos para cobrar la correspondiente indemnización de las compañías de seguros, en cantidades de hasta 72.000 euros. La Sección Segunda ha dictado una sentencia en la que impone a esta familia, vecina de Badalona y Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), penas de entre 6 meses y cuatro años de prisión por otros tantos delitos de estafa.

Los acusados son un matrimonio, sus dos hijas y sus respectivos compañeros sentimentales. Todos ellos, hasta este caso, presentaban un historial de tráfico impoluto, sin ni siquiera una leve colisión y, de repente, según el tribunal, sufrieron no uno sino cuatro accidentes en tres años. Según la sentencia, la idea de simular los accidentes partió de dos vecinos que involucraron en el plan a parejas sentimentales y otros familiares hasta el punto de que uno de ellos aparentó perder el control de su motocicleta y simuló el atropello de tres de los otros acusados, que simularon ser desconocidos peatones y haber sufrir graves heridas. Para ello, fingieron lesiones con las que acudieron a centros hospitalarios y luego confeccionaron partes amistosos de accidente que remitieron a las compañías aseguradoras, una de las cuales tuvo que pagar casi 4.000 euros a un hospital por la atención prestada a uno de los condenados que recibió tratamiento por otras dolencias que no tenían nada que ver con un accidente de tráfico. La primera de las cuatro estafas a compañías imputadas se remonta al 27 de septiembre de 1994.

La sentencia destaca la "extraordinariamente anormal -y por consiguiente irreal- coincidencia que resulta de la versión de los hechos: en el curso de poco más de tres años se producen cuatro accidentes de tráfico en los que se ven involucradas las mismas personas, unidas por lazos de parentesco o sentimentales". La Sala también recela del hecho de que los accidentes se produjeran en partidos judiciales distintos para evitar que fuesen reconocidos por un mismo médico forense.