Tratamiento contra la delincuencia

El programa de prescripción controlada de heroína a drogodependientes se implantó en Suiza en 1994. Para los técnicos del instituto de Política Científica y Criminología de la Universidad de Lausana este programa "es una de las medidas más eficaces aplicadas hasta la fecha en el terreno de la prevención de la criminalidad", según consta en el resumen de la evaluación definitiva de esta experiencia colgada en la página web de la Dirección de Drogodependencias del Gobierno vasco, dependiente de Asuntos Sociales (www.drogomedia.com).

La evaluación definitiva, presentada en septiembre pasado -siete años después de la puesta en marcha de este controvertido tratamiento-, indica que la dispensación de heroína no sólo supone una "mejora importante de la salud de las personas [toxicómanas] atendidas", sino que además es una "medida muy eficaz para la prevención de la delincuencia", por lo que mejora la calidad de vida del conjunto de la población.

Una comisión gubernamental Drogodependencias-Sanidad ha analizado durante los últimos meses, por encargo del Parlamento de Vitoria, la pertinencia de iniciar en Euskadi un ensayo clínico de dispensación de heroína para toxicómanos que hayan fracasado en sus intentos de desintoxicarse. La comisión se muestra partidaria de esperar a conocer antes los resultados de las experiencias similares previstas en Andalucía y Cataluña.

Ahí están, no obstante, los resultados recabados en Suiza. La proporción de yonquis que delinquió se redujo de manera significativa una vez empezaron a ser tratados de manera controlada con heroína; además, fue disminuyendo gradualmente a medida que se prolongó su permanencia en el programa. El 67% de ellos cometió algún delito durante los seis meses previos a empezar a recibir heroína. A los seis meses de ser tratados, los implicados en delitos disminuyeron al 36%, al cabo de un año eran ya el 28% y al cabo de dos, el 24% había estado involucrado en algún delito durante los últimos doce meses.Detalla el informe que "una parte muy importante" de las conductas delictivas era la venta de drogas blandas.

Estos datos, incluidos la evaluación final de la eficacia del programa de prescripción de heroína en Suiza, se basan en 300 entrevistas en profundidad con toxicómanos tratados y en la consulta de los registros policiales de un millar de personas que fueron atendidas, incluidas unas 500 que permanecieron en el programa durante cuatro años o más.

La disminución de los implicados en delitos es significativa, pero la media de los cometidos por cada uno de ellos es incluso más drástica y alcanza el 95%. Mientras que antes del tratamiento cada drogodependiente entrevistado cometió una media de 41 delitos, un año después se habían reducido a 4,5 y tras dos años recibiendo tratamiento eran 1,8.

Estar en tratamiento con heroína también significó una reducción de los delitos de los que los toxicómanos fueron víctimas: del 69% antes de recibir la droga de modo controlado al 35% un año después.

Las detenciones, la duración de las condenas y la frecuencia de los encarcelamientos también se redujeron "de forma muy acusada" entre los toxicómanos suizos tratados, lo que a su vez implica, según señala el estudio, "una reducción de los costes judiciales y penitenciarios".

El 35% de los atendidos en Suiza habían sido condenados por algún delito antes de entrar en el programa. La proporción disminuyó al 6,3% cuando cumplieron cuatro años recibiendo heroína de manera controlada. Los días totales de condena de los analizados pasaron de 16.000 a 716, respectivamente.

La evaluación definitiva detalla que el 54% de los atendidos abandonó el programa antes de cuatro años, la mayoría para entrar en programas de tratamiento con metadona o de desintoxicación. Otro 10% fue expulsado. La comisión de delitos aumentó al abandonar el tratamiento, aunque en menor medida cuanto más prolongada había sido la permanencia en el programa de tratamiento.