La Escuela de Artes y Oficios celebra su vuelta al corazón de Velluters

"Así que pasen 150 años", que diría Lorca con ironía. La Escuela de Artes y Oficios, con 80.000 profesionales formados en su centenaria trayectoria, celebró anoche -arropada por medio millar de profesionales de las artes, la moda, el diseño y la fotografía, y una nutrida representación oficial del Gobierno del PP- su "vuelta", tras un exilio forzoso de una década, al corazón de Velluters, "el barrio donde nacieron los gremios de oficios", como recordó su director, Genaro Lahuerta.

"Esta Escuela ha sido pionera en toda España en implantar las cuatro especialidades superiores de diseño", explica Lahuerta, quien no oculta el "doble gozo" de que el nuevo edificio sea además "un exponente de la conservación y rehabilitación del casco histórico de Valencia". Con ambas banderas, Lahuerta -arropado por los sucesivos equipos directivos que en 1988 se embarcaron en una batalla por la implantación de los estudios superiores- vivió el momento más emblemático de su mandato.

El edificio, con capacidad para 480 alumnos, ha sido concebido por los arquitectos Ignacio Belenguer y Francisco Martínez como un gran cubículo "polivalente de tres y cuatro plantas", de manera que junto a otros dos cubos que albergan el Conservatorio Superior de Música y un futuro Centro de Investigación (aún vacío), culminan en una imponente plaza diseñada para el "encuentro". Como ocurrió ayer. La plana mayor del Consell, -con el presidente José Luis Olivas al frente, el subsecretario de Ciencia, Javier Quesada, el consejero de Cultura, Manuel Tarancón y la subsecretaria Consuelo Ciscar-, además de la alcaldesa Rita Barberá, y todos los ediles del PP, coparon el estreno de un proyecto que ha llegado a buen puerto tras cinco años de una travesía no exenta de incertidumbres.

De hecho, el Consell presentó el proyecto a contrarreloj (junio de 1998), para evitar la pérdida de los fondos europeos. Pero sin tener entonces la certeza de que podría implantar los estudios superiores, dadas las reticencias del ministerio a autorizar unos planes muy disputados por las universidades técnicas. "Ahora el modelo valenciano se lo disputan el resto de comunidades", certificó el subdirector de la escuela, Javier Hernández, presente en el encuentro estatal celebrado hace dos semanas en Madrid.