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Reportaje:

"Aznar ha ido a confesarse con el Papa"

Felipe González censura la política exterior del presidente del Gobierno en una visita a la localidad sevillana de Coria del Río

Reyes Rincón

Felipe González pasó ayer por la localidad sevillana de Coria del Río en un visto y no visto, pero tuvo tiempo de escuchar varios "¡viva!", de ofrecerle a los periodistas una buena ración de críticas a la labor del Gobierno de José María Aznar, y de comer con un grupo de militantes socialistas. Además, pudo llevarse un tronco de palmera petrificada que le regaló José Antonio Ruiz, el dueño del restaurante, quien, como el ex presidente del Gobierno, colecciona piedras que se va encontrando en sus paseos por el campo.

A la entrada de su establecimiento, Ruiz tiene colocadas varias sobre una estantería y a González no le pasaron por alto. Ásí que, a mitad de la comida, Luis Yañez, diputado socialista por Sevilla en el Congreso y acompañante ayer del ex presidente, se acercó a la esposa del hostelero y le comentó la afición que su marido compartía con González.

Ruiz, orgulloso, decidió regalarle el tronco de palmera, una de sus piezas más preciadas. "Dicen que tiene más de un millón de años", aseguraba, mientras mostraba otras de sus joyas, entre las que se encuentran restos de tumbas y ánforas romanas, viejas piedras de molino y un gran tronco de encina también convertido en piedra con el paso de los años.

El de Ruiz fue una más de las muestras de cariño que recibió el ex presidente en su fugaz paso por Coria, una localidad de apenas 25.000 habitantes situada a 11 kilómetros de la capital. Aunque no llegó a visitarlo, aparcó frente al Ayuntamiento, gobernado desde hace escasas semanas por el joven socialista José Vicente Franco, quien llegó al poder tras una polémica moción de censura que desbancó de la alcaldía al andalucista Tomás Alfaro.

El flamante alcalde, con cartulina de "No a la Guerra" sujeta con imperdibles en la solapa de su chaqueta, recibió al ex presidente con un efusivo abrazo y ya no se separó de él. González atendió a la prensa en un improvisado corrillo en la sede de la agrupación local de los socilistas de Coria, que él mismo inauguró, aún como presidente del Gobierno, en 1995. Durante su improvisada intervención le custodiaban el portavoz del PSOE en el Parlamento Andaluz, José Caballos, quien asentía con la cabeza a las palabras más contundentes del ex presidente; y el joven Franco, con perenne gesto de admiración.

González habló con vehemencia y signos de preocupación de la posible intervención militar en Irak, aunque sus primeras palabras fueron de ironía y mofa para con "la gira" internacional del presidente del Gobierno. José María Aznar visitó ayer al Papa y para González este encuentro es "muy significativo". "Yo creo que ha decidido que tiene que confesarle al Papa sus pecados y por eso está ahora en el Vaticano", afirmó el ex presidente.

Pero tras la broma inicial, González se puso serio, mandó callar a una simpatizante que alzó su voz al grito de "¡viva mi Felipe", y lamentó las graves consecuencias que, a su juicio, va a causar la actitud del Gobierno de Aznar. De momento, para el ex presidente, el conflicto con Irak se ha cobrado ya una primera víctima española: la política exterior. "Todavía no ha empezado la guerra y ya tenemos una víctima seria en la Unión Europea, en el Mediterráneo, en América Latina", advirtió González. "La política exterior de un país es como subir una cucaña, siempre se sube con mucha dificultad, pero se baja muy rápido, y nosotros, en estos momentos, estamos en el suelo", enfatizó.

Varias veces se refirió González al papel de "recadero" de George Bush que desempeña Aznar, sobre quien se pregunta si su incondicional apoyo a Estados Unidos incluye un compromiso económico y militar o sólo consiste en sacar "el pecho de lata". "Aunque creo que estamos ante una sucesión de despropósitos y una estrategia equivocada, puestos a estar en esta estrategia cada uno debe presumir en función de lo que aporte", subrayó el presidente. "Y Aznar, además de su pecho de lata, ¿qué pone?", preguntó.

También se refirió el ex presidente al uso de las bases militares de Morón y Rota, en las que, aseguró, se deben estar produciendo movimientos de tropas "desde hace meses". "Mi experiencia me permite conocer que eso se viene produciendo. No es una cosa de ahora porque un despliegue de esta naturaleza exige varios meses de preparación y movimientos. Seguro que ahora mismo hay menos densidad de movimiento que en los últimos meses", aseguró.

En la víspera del 28-F, González reivindicó también su origen andaluz. "Yo nací y viví aquí treinta y tantos años y cuando se tienen 20 uno ya es lo que va a ser toda su vida", advirtió el ex presidente.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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