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Un terremoto de 3,9 grados causa en el Ripollès un estruendo sin consecuencias

Un terremoto de 3,9 grados en la escala Richter se registró en la madrugada de ayer en la comarca del Ripollès sin causar daños. El terremoto causó un estruendo que alarmó a una parte de la población, que se vio sobresaltadas por un fuerte ruido, "como si un coche se hubiera estampado contra la puerta de casa".

El epicentro del terremoto se localizó sobre el monte Taga, entre Camprodon y Ribes de Freser, aunque pudo notarse en localidades cercanas de las comarcas de la Garrotxa, Osona y Bages, y tuvo posteriormente siete réplicas de menor intensidad, según informó el Instituto Cartográfico de Cataluña.

La hora en que se produjo el seísmo, las 4.32, comportó que el fenómeno pasara prácticamente inadvertido para algunos, que se enteraron del movimiento sísmico horas después, cuando iniciaron sus jornadas laborales.

"Yo no me he enterado de nada, soy de esos que no se despiertan ni con un terremoto, pero algunos vecinos míos que viven en pisos más altos sí que han notado que los cuadros se movían y que las copas y la vajilla de los armarios temblaban", explicaba un vecino de Camprodon.

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