Umberto Agnelli sustituirá el viernes a Fresco como presidente de Fiat
El primer ejecutivo adelanta su marcha para despejar incertidumbres
El presidente de Fiat, Paolo Fresco, anunció ayer que dejará el cargo el viernes, coincidiendo con el consejo de administración del primer grupo industrial italiano. Fresco será sustituido por Umberto Agnelli, miembro de la familia que controla el mayor paquete accionarial de Fiat. La marcha de Fresco era un secreto a voces desde el fallecimiento, hace un mes, del presidente honorario, il avvocatto Gianni Agnelli, pero estaba previsto que se produjera en mayo, en la junta de accionistas.
La situación del grupo, obligado a vender algunos de sus principales activos para hacer frente a la crisis de la división de automóviles, e inmerso en delicadas negociaciones con el socio americano, General Motors (GM), dueño del 20% de Fiat Auto, no ha permitido transiciones. Algunos de los bancos acreedores han presionado para que se produjera cuanto antes el relevo de Fresco, que tampoco goza de la confianza del nuevo patrón, Umberto Agnelli.
El presidente saliente recurrió a una nota oficial para anunciar su decisión y adelantar el nombre de su sucesor. Pero Fresco, que ha presidido el grupo durante cinco años, deslizó en el comunicado una frase reveladora sobre las tensiones internas del Lingotto.
El presidente se va "por el deseo de garantizar una sucesión sin traumas", dice la nota, y para que "Fiat pueda tener de inmediato una guía de cara al futuro, representada por el accionista de referencia. Estoy seguro de que mi decisión representa un mensaje claro hacia el exterior y hacia el interior del grupo".
La Bolsa de Milán no acogió bien la decisión. Las acciones del grupo perdieron un 2%, en sintonía con una semana desastrosa para Fiat, que el pasado lunes tocó el nivel de cotización más bajo desde 1985 y cerró la jornada con un valor de 7,32 euros.
La decisión de Paolo Fresco se produce apenas 24 horas después de asistir a una reunión con la cúpula de General Motors en Nueva York, en la que, según la prensa italiana, los estadounidenses apoyaron a Fiat en su estrategia ante la crisis.
Fiat ha dado luz verde a la venta de los servicios de crédito al cliente, y a la de las filiales Fiat Avio (que fabrica motores aéreos) y Toro, compañía aseguradora. La venta de estas joyas tiene que contar con la aprobación de la GM, ya que implica cambios estructurales que podrían alterar el acuerdo firmado en marzo de 2000, por el cual el coloso americano adquiría el 20% de Fiat Auto y se comprometía a comprar el 80% a partir de enero de 2004.
El consejo del viernes estudiará estas operaciones y discutirá la recapitalización de Fiat Auto y la posición de GM. El nudo de las negociaciones reside en el precio que los americanos están dispuestos a pagar por desembarazarse de la obligación de comprar Fiat Auto. La casa de Turín aspira a obtener, al menos, 1.700 millones de euros. Pero GM reclama, además, Fiat Brasil. Los bancos acreedores de Fiat han optado por no cambiar el acuerdo con GM al considerar que el derecho a ejercer la opción de venta del 80% de Fiat Auto es una garantía imprescindible.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.