14 municipios superaron los niveles de contaminación atmosférica entre 2001 y 2002
Un total de 14 municipios catalanes superaron los límites fijados sobre contaminación por partículas en suspensión en en el periodo comprendido entre enero de 2001 y marzo de 2002, según explicó ayer el consejero de Medio Ambiente, Ramon Espadaler, durante la presentación del informe sobre calidad del aire en Cataluña. Espadaler justificó el aumento de municipios que han registrado episodios de contaminación atomosférica por la aplicación de la nueva normativa europea que ha rebajado hasta 10 veces los límites de medición de determinados contaminantes y que en su reglamentación no ha tenido en cuenta que la zona mediterránea tiene un clima más seco. En ningún caso los episodios llegaron al límite de la alarma, aunque sí al de información pública, como en el caso del ozono.
La nueva normativa, por ejemplo, ha rebajado el límite de las partículas en suspensión y obliga a medir aquellas menores a 10 micras (PM-10), de mayor peligro para la salud. Los municipios que en las mediciones que cada media hora se realizan en las estaciones de la red de vigilancia y previsión de la contaminación atmosférica han registrado niveles superiores al límite son: Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, Sant Vicenç dels Horts, Granollers, Mollet, Montcada i Reixach, Sant Andreu de la Barca, Santa Perpètua de la Mogoda, Reus, Tarragona, Sant Celoni, Manlleu, Tona y Lleida.
En 2000, cuando regía la antigua normativa, sólo Sant Fost de Campsentelles, El Prat de Llobregat y Sant Andreu de la Barca registraron episodios contaminantes -los dos primeros por ácido sulfhídrico-.
Idiosincrasia mediterránea
De todas las mediciones que realiza la red de control, las que superan los niveles máximos representan el 5%. En muchos casos, las partículas en suspensión, explicó Espadaler, obedecen a causas naturales y reiteró que la normativa europea ha obviado la idiosincrasia mediterránea, con un clima más seco y con episodios meteorológicos como la llegada de corrientes subsaharianas que originan un aumento del polvo en suspensión. Los países mediterráneos trabajan para revisar sus límites contaminantes y ajustarlos a la particularidad de su clima. Pese a ello, el consejero explicó que la actuación para evitar este tipo de contaminación pasa, entre otras cosas, por desarrollar un transporte sostenible.
Espadaler calificó de positivo el trabajo de la red de vigilancia, compuesta por 69 estaciones automáticas, 265 manuales y situadas en 99 municipios catalanes.
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