El Papa pide a Blair que se esfuerce por evitar la guerra
Primera audiencia de Juan Pablo II al líder británico desde que es primer ministro
El Papa aprovechó ayer la audiencia de media hora concedida al primer ministro británico, Tony Blair, para reiterar su decidida oposición a una nueva guerra en el Golfo. Juan Pablo II pidió a su huésped, principal aliado del presidente de EE UU, George W. Bush, en la ofensiva contra Sadam Husein, que "haga todos los esfuerzos por evitar nuevas divisiones en el mundo".
El Vaticano "reafirmó", según una nota oficial, "la necesidad para todas las partes implicadas en la crisis iraquí de colaborar con la ONU y saber emplear todos los recursos del derecho internacional para conjurar la tragedia de una guerra que diversos sectores juzgan aún evitable".
La firme oposición del Vaticano a una guerra en Irak ha permitido a la Santa Sede recuperar una posición central en la escena mundial. La audiencia papal a Blair, primera desde que éste fue elegido primer ministro británico, en 1997, sólo puede enmarcarse en el contexto de la crisis iraquí. Tema que, según el comunicado oficial del encuentro difundido por el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, monopolizó las conversaciones.
Después de conversar durante 30 minutos con Blair, el Papa saludó a la familia del primer ministro británico; su esposa, Cherie; católica practicante, y sus tres hijos mayores, todos bautizados y educados en escuelas católicas. Precisamente ayer, el diario popular británico The Mirror anunciaba en exclusiva que Blair está decidido a hacer pública su conversión al catolicismo en el momento que deje el cargo de primer ministro.
Tras la entrevista con el Papa, el líder laborista habló más tarde durante casi una hora con el secretario de Estado vaticano, cardenal Angelo Sodano, y con el ministro de Exteriores, Jean Louis Tauran.
La actividad diplomática del Vaticano en esta crisis ha sido enorme. En las últimas semanas, el Papa ha recibido al ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer; al viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, y al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan. El Pontífice, que ha calificado la guerra de "derrota para la humanidad", envió recientemente al cardenal Roger Etchegaray a Bagdad, con un mensaje urgente a Sadam Husein para que cumpla sin dilación las resoluciones de la ONU.
Blair se presentó el viernes, tras una reunión con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, como defensor de la paz, y obligado por ello, según explicó, a usar la fuerza para evitar que las armas de destrucción masiva de Irak puedan ser usadas por los terroristas.
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