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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Detenido en Francia un etarra que mató a dos 'ertzainas' y escapó tras resultar absuelto

Mikel Otegi fue arrestado junto a Aloña Muñoa, implicada en la muerte de López de Lacalle

Jorge A. Rodríguez

La policía francesa detuvo ayer en Irouleguy (sur de Francia) a Mikel Miren Otegi Unanue, quien fue absuelto por un jurado popular del asesinato, en 1995, de dos ertzainas en Itsasondo (Guipúzcoa) y se fugó cuando el Tribunal Superior del País Vasco revocó el fallo. Otegi, de 30 años, fue capturado junto a Aloña Muñoa Ordozgoiti, de 26, en paradero desconocido desde que fue detenido su novio en febrero de 2001, con el que colaboraba en el comando Ttotto, del complejo Donosti de ETA. En su historial figura su supuesta implicación en los asesinatos de José Luis López de Lacalle y dos guardias civiles.

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Las detenciones se produjeron cuando los dos presuntos etarras circulaban en un coche robado por Irouleguy, en el País Vasco francés, cerca de la frontera con Navarra. La policía francesa les esperaba, ya que la Comisaría General de Información española había alertado de que hoy estaba prevista una reunión de terroristas, a mediodía, frente a una iglesia de la citada localidad.

La policía española supo de la existencia de la cita para reclutar a un nuevo miembro de ETA gracias al estudio de la documentación que le entregaron sus colegas franceses tras la detención de Ibon Fernández Iradi, Susper, el 19 de diciembre del año pasado (se fugó dos días después de la comisaría de Bayona). Tras las últimas operaciones policiales provocadas por los papeles de Susper, los investigadores tenían dudas de que los etarras acudieran al encuentro, pese a lo cual montaron la vigilancia.

Los dos etarras, que según las fuentes consultadas son pareja en la actualidad, se presentaron en el lugar convenido a la hora fijada, posiblemente confiados en que la policía no había logrado descifrar los documentos de Susper. Quien no acudió fue el aspirante a etarra. Otegi y Aloña, según fuentes del Ministerio del Interior, gestionaban la red de pisos de acogida para esconder a los miembros no fichados de la banda que pasaban a Francia, siguiendo órdenes de los jefes de los comandos. El ministro del Interior, Ángel Acebes, les atribuyó ayer su pertenencia a "los comandos en la reserva".

Cuando los dos etarras (incluidos en las listas de terroristas de la UE y EE UU) llegaron al lugar de la cita, la policía francesa bloqueó el vehículo (con un coche delante y otro detrás) e inmovilizó a los etarras antes de que Aloña Muñoa lograra empuñar el arma automática que llevaba encima. Otegi se quedó paralizado, según fuentes policiales.

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Acudieron a una cita

La confirmación de la identidad de Mikel Miren Otegi fue adelantada por la Ertzaintza, un cuerpo que, según todas las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas, "le tenía muchas ganas a Otegi". El ahora detenido asesinó con una escopeta a los ertzainas Iñaki Mendiluce y José Luis González Villanueva, cuando patrullaban frente a la casa de aquél, el caserío Oteizabal, de Itsasondo. El grito de "Itsasondo, Itsasondo" se convirtió entonces en la amenaza habitual que los jóvenes de la kale borroka proferían cuando los antidisturbios de la policía vasca acudían a reprimir sus algaradas.

Otegi tenía 23 años cuando, la mañana del 10 de diciembre de 1995, después de trasnochar, ingerir alcohol en Ordizia e Itsasondo y discutir violentamente en un bar con un ertzaina de paisano (según declaró él mismo), subió al caserío de su familia y se acostó. Otegi, entonces dirigente local de Jarrai, se asomó después a la ventana y vio una patrulla de la Ertzaintza que se dirigía al caserío. Tras discutir con los agentes, cogió una escopeta de caza y realizó dos disparos que mataron en el acto a los ertzainas.

El ahora detenido fue juzgado en 1997 en San Sebastián por un jurado popular (la identidad de sus miembros es aún secreta) que, en medio de una fortísima polémica, dio este veredicto: "No culpable porque no era en absoluto dueño de sus actos" cuando disparó. Otegi se confesó autor de los disparos, pero se justificó diciendo que se sentía perseguido.

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco anuló el fallo absolutorio el 7 de julio de 1997 y ordenó que se repitiera el juicio, pero para entonces Otegi, quien había estado 15 meses en prisión, ya estaba en paradero desconocido. Desde entonces, según fuentes policiales, ha estado en Francia y desde hace tres años se dedicaba a cobijar a los jóvenes de la cantera de ETA que cruzaban al otro lado de los Pirineos.

Por su lado, Aloña Muñoa, Enma, nacida en Segura (Guipúzcoa) el 6 de julio de 1976, se marchó a Francia el 23 de febrero de 2001, después de que fuera desarticulado el comando Ttotto, en el que estaba encuadrada junto a su novio de entonces, Iñigo Guridi, considerado el autor material del asesinato del periodista, miembro del Foro Ermua y veterano luchador antifranquista José Luis López de Lacalle, el 7 de mayo de 2000 en Andoain. Dicho comando perpetró, entre otros crímenes, el asesinato del ex gobernador de Guipúzcoa Juan María Jáuregui (Tolosa, 29 de julio de 2000) y de los guardias civiles Irene Fernández Pereda y José Ángel de Jesús Encinas, en Sallent de Gállego (Huesca, 28 de agosto de 2000). La policía le atribuye a Enma en esos años labores de apoyo al comando.

El manantial de Susper

La información que le fue requisada al ser detenido al cojefe de lo que se suele denominar el aparato militar de ETA Ibon Fernández Iradi, Susper, se ha revelado como una fuente inagotable para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En un piso de Tarbes y en otro de Pau (ambas ciudades del sur de Francia) los agentes encontraron documentación operativa, notas de autocrítica de la banda, datos sobre las medidas de seguridad que adopta ETA, listados de posibles aspirantes a etarras (uno de ellos con hasta 70 nombres), citas, agendas...La Comisaría General de Información, dirigida por el comisario Jesús de la Morena, está exprimiendo al máximo la información, lo que ha permitido asestar duros golpes a ETA a ambos lados de la frontera, que ni siquiera la fuga de Susper ha logrado frenar. Gracias a ello, en los últimos dos meses han sido detenidas 26 personas por su presunta relación con la banda, 11 de ellas en Francia y el resto en España.La operación de ayer es la cuarta en la misma semana, tras las desencadenadas por la Ertzaintza contra el terrorismo callejero, por la policía para desmantelar el aparato de captación de ETA (y capturar futuros terroristas antes de que se incorporaran a la banda) y por la Guardia Civil, que supuso el cierre cautelar del diario Euskaldunon Egunkaria. En total, 36 detenidos. Estas acciones policiales se enmarcan, según el ministro del Interior, Ángel Acebes, en la "lucha global contra todo el complejo terrorista". El golpe de ayer ha reducido a 13 el número de etarras incluidos en la lista de la UE de terroristas más buscados que inicialmente estaba compuesta por 21 personas.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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