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Reportaje:

Una escuela para padres

San Sebastián desarrolla en 10 colegios espacios para resolver dudas sobre la crianza de los hijos

La crianza y educación de los niños despiertan no pocas dudas, o cuando menos inquietudes, en sus padres. Quien más quien menos se ha visto alguna vez desbordado por un berrinche sin explicación aparente de su pequeño, se ha desesperado porque no come o no duerme o se ha quedado sin respuesta ante una pregunta suya sobre una cuestión difícil como la muerte.

Cada niño y cada familia es diferente, de forma que no existe un recetario para que los padres hagan frente a estas y otras situaciones. Pero sí existen espacios donde los progenitores pueden exponer las dificultades que tienen a la hora de educar a sus hijos. Espacios donde aprender a entender y respetar el mundo de los pequeños y obtener información sobre las pautas que favorecen su desarrollo emocional y psicoafectivo. Son las denominadas escuelas de padres, como las que impulsa la concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de San Sebastián en diez colegios.

Las escuelas de padres de estos centros se dirigen a los progenitores de los alumnos de 0 a 6 años. "Nos interesa este periodo desde el punto de vista de la prevención, porque en estos primeros años es donde se establecen los pilares de la futura persona", explica el psicólogo Pedro García, uno de los responsables de los encuentros con los padres, que se celebran cada 15 días en los colegios.

García considera "básico" que los padres vivan las sesiones como "su espacio", como un lugar donde pueden "volcar sus preocupaciones, sensaciones y emociones". Por ello, intenta que los encuentros sean dinámicos, de manera que, aunque comprenden una parte formativa a su cargo, se sustentan sobre todo en el trabajo en grupo.

Los asuntos "estrella" que preocupan a los padres son la alimentación, el sueño, las rabietas y los límites que es preciso o no poner a los hijos. "Hay padres que lo viven con mucha ansiedad, sobre todo porque llega un momento en que se quedan sin herramientas y no saben bien qué hacer", comenta García. Se interesan también por cuestiones relacionadas con los celos, la agresividad, la sexualidad infantil, los vínculos afectivos o cómo hablar a los pequeños de la muerte.

Agustín Zafra y María José Iguzkiza tienen un niño de cinco años y una niña de tres, alumnos del Colegio Intxaurrondo Sur. Éste es el primer curso que van a la escuela de padres, pero ya califican la experiencia como "muy interesante", pues les está abriendo los ojos a otros puntos de vista. "Uno actúa como puede o sabe, o como más cómodo le resulta, y, a veces, va a piñón fijo y la pifia", admite Zafra.

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Las escuelas de padres auspiciadas por el consistorio se enmarcan en un programa que incluye la formación de los profesores. "La idea es que maestros y padres actúen de forma coherente", subraya García, quien se reúne una vez al mes con los profesores de Educación Infantil de los centros donde se desarrollan estas escuelas para seguir las cuestiones que se tratan en las mismas. Precisamente, el Ayuntamiento ofrece crear dichas escuelas a colegios (por ahora, y por razones presupuestarias, a diez) cuyos maestros han acudido antes a cursos sobre los procesos evolutivos de los niños.

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