El comercio de España con Irak se ha reducido un 85% desde la guerra del Golfo

Las relaciones comerciales de España con Irak se vienen deteriorando desde la guerra del Golfo, en 1991. Desde entonces, los intercambios han caído un 85%. Las ventas españolas a Irak alcanzaron apenas los 62,4 millones de euros durante los primeros 11 meses del año pasado, lo que supone una reducción del 26,5% con respecto al mismo periodo del año anterior. Igualmente, las importaciones, que han sido únicamente de petróleo, han alcanzado 343,2 millones de euros, un 25% menos. La balanza comercial, por tanto, es deficitaria para España en más de 280 millones de euros, según las cámaras de comercio.

La relación comercial hispano-iraquí ha decrecido desde que a raíz de la guerra del Golfo de 1990-91 se decretara el embargo contra el país gobernado por Sadam Husein. Hasta el conflicto, España había mantenido unas relaciones muy estrechas con Irak en el ámbito comercial, que durante el decenio previo a la guerra, en los ochenta, llegaron a representar unos 400 millones de dólares anuales en intercambios comerciales.

No obstante, desde 1991 y hasta el año pasado, el comercio entre ambos países se redujo en torno a un 85%. No fue un deterioro constante de la relación, pues hubo buenos momentos, como durante la visita del viceprimer ministro iraquí Tarek Aziz a España en junio de 1998. Tras esta reunión, Aziz y Aznar concluyeron que las relaciones económicas debían mejorar, según dijo un portavoz de Moncloa en aquel momento.

Muchas empresas españolas llegaron a realizar importantes proyectos de infraestructura e ingeniería en Irak. Entre ellas está Intagsa, una compañía que instala plantas depuradoras de agua. "Nosotros estamos en Irak desde 1994, dos años antes de que comenzara el plan petróleo por alimentos", dice Milagros Álvarez, gerente de la empresa vasca. "El tratamiento de aguas es una prioridad de Naciones Unidas detrás de los alimentos y los fármacos. Hemos obtenido contratos por valor de más de 27 millones de euros en Bagdad en estos años", añade.

"He estado más de 40 veces en Irak y si he hecho negocios allí durante tantos años es porque siempre me han tratado bien, incluso siendo mujer. De hecho, abrimos una oficina comercial hace unos cuatro años en Bagdad y la dirige una mujer", cuenta Álvarez. "Es terrible que hayamos llegado a este punto cuando España, apenas hace dos años, tenía muy buenas relaciones con Irak", se lamenta.

Mercado con potencial

Irak, en opinión de las cámaras de comercio españolas, es un mercado muy especial donde confluyen unas condiciones económicas de creciente deterioro desde la década de los ochenta, con unos potenciales de crecimiento muy notables. Frente a la pérdida continua de riqueza como consecuencia de la guerra con Irán, en primer lugar, y el embargo tras la guerra del Golfo, el país posee las segundas mayores reservas de petróleo del mundo con unas posibilidades de generar divisas, una vez se levante el embargo, que se calcula en torno a los 35.000 millones de dólares.

Hace no mucho tiempo, las cámaras de comercio españolas e iraquíes firmaron un acuerdo en virtud del cual se comprometieron a organizar misiones comerciales entre empresarios de ambos países y otras acciones especiales de promoción de inversiones y exportaciones e importaciones. El convenio es el paso previo a la constitución del Comité de Cooperación Empresarial con Irak. Las misiones, según una fuente empresarial española de bienes de equipo que asistió a una feria comercial en Bagdad a finales de 2001, "no tuvieron éxito, ya que la mala relación política ya empañaba la comercial".

Si se desglosan los intercambios se observa que de entre las 17 autonomías, Asturias es la que más exportaciones realiza a Irak. Durante 2002, las ventas asturianas superaron los 19,4 millones de euros, seguida de Madrid, con 17,9 millones; Cataluña, con 17,4, y País Vasco, con 2,8 millones. En el lado de las importaciones, sólo cuatro autonomías han hecho compras a Irak hasta noviembre de 2002. Andalucía es la región que más productos adquiere de Irak hasta alcanzar un valor de 282,8 millones de euros, lo que supone más del 95% del total de las importaciones procedentes de Irak. Cataluña, con 52 millones; Valencia, con 8,2 millones, y Castilla y León, con 25.000 euros, son las otras tres autonomías con intereses comerciales con el país.

En cuanto a los productos españoles que mayores ventas registran en Irak, calderas y máquinas encabezan la lista de los más vendidos, con 16,8 millones. Leche y productos lácteos ocupan el segundo puesto, con 12,7 millones, seguido por los productos farmacéuticos, con 8,5 millones, y automóviles, con 6,7 millones.

El petróleo y el aceite mineral son, prácticamente, lo único que se importa desde Irak. Esas compras alcanzar los 343,2 millones de en 2002. Las importaciones de productos químicos, el segundo y último capítulo importador, llegaron apenas a los 25.000 euros.