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Red Eléctrica quiere duplicar la tensión de una línea de la sierra

Los vecinos y el Ayuntamiento de Collado Villalba se oponen a la medida

Esther Sánchez

El proyecto de Red Eléctrica de España de sustituir una línea de 220 kilovoltios por otra de 400 para mejorar el suministro eléctrico de la región y alimentar al tren de alta velocidad Madrid-Valladolid, ha suscitado las críticas del Ayuntamiento y los vecinos de Collado Villalba. Temen que la empresa se limite a duplicar la potencia del tendido sin cambiar su actual trazado. La línea discurre a menos de cinco metros de viviendas y sobrevuela zonas deportivas e infantiles.

Red Eléctrica explica que el proyecto se encuentra en fase de consultas previas y no hay tomada aún ninguna decisión. La sustitución afecta a otros 11 municipios madrileños. La memoria resumen con el proyecto inicial de la compañía llegó al Ayuntamiento de Collado Villalba en octubre de 2002. El alcalde, al comprobar las implicaciones negativas que significaría duplicar los kilovoltios de la línea sin desviarla de su curso actual, emitió un bando para informar a los vecinos. Según los cálculos municipales, el tendido de alta tensión afecta a una población superior a 2.000 personas, sólo en este pueblo.

En la memoria, Red Eléctrica indica que está estudiando la sustitución de las actuales líneas eléctricas de simple circuito a 220 kilovoltios Tordesillas-Otero, en su totalidad, y Otero-Ventas, parcialmente, por otra de doble circuito a 400 kilovoltios desde la subestación de Tordesillas hasta las inmediaciones de la subestación de Galapagar de la línea Otero-Ventas. Como razón del cambio se señala "la necesidad de mejorar el suministro eléctrico de la Comunidad de Madrid y alimentar eléctricamente al tren de alta velocidad Madrid-Segovia-Valladolid".

La respuesta vecinal no se hizo esperar. Comenzaron a llegar al Ayuntamiento escritos de ciudadanos particulares y urbanizaciones completas que rechazaban el plan de Red Eléctrica. Un portavoz de la compañía explica que el Ministerio de Medio Ambiente le remitirá estos documentos para tenerlos en cuenta a la hora de realizar el estudio de impacto ambiental. El portavoz recuerda: "La empresa tendrá en cuenta todas las posibilidades con el fin de llegar a la propuesta más adecuada para todas las partes".

Será el Ministerio de Medio Ambiente quien emita finalmente la correspondiente declaración de impacto ambiental, después de estudiar el estudio de impacto, el proyecto técnico y las alegaciones presentadas por Red Eléctrica. En este documento constarán las diferentes alternativas y cuál se considera más conveniente.

Teresa, vecina de una urbanización afectada por la línea, explica que las madres con niños pequeños cada día tienen más miedo al tendido. "Imagínese si esto ocurre ahora con una línea de 220 kilovoltios, qué pasará si la cambian a 400". En el estudio que el Ayuntamiento ha remitido a Medio Ambiente se informa de que, en algunos casos, la distancia de la línea a las viviendas es de unos escasos cuatro metros. "Pasa por jardines, recintos de piscinas, zonas de juego de niños y las torretas de apoyo están ubicadas también muy próximas a edificios y construcciones, hasta cinco metros", asegura el Ayuntamiento.

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Además, el tendido atraviesa tres sectores que se van a urbanizar en el próximo cuatrienio. Su uso predominante es el residencial. El Ayuntamiento aporta como solución alejar la línea: "Montar la línea donde no exista posibilidad de nuevos desarrollos urbanos".

Una propuesta que choca con los criterios de los grupos ecologistas, que la consideran inviable. "Se deterioraría de forma importante el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares al ser necesario realizar grandes desmontes", explica Alfonso Murias, de Ecologistas en Acción. Este colectivo opta por una solución intermedia: "Se puede buscar una ubicación de las viviendas en los nuevos desarrollos, de tal manera que estén lo suficientemente alejadas del tendido". Para las zonas que ya están urbanizadas, proponen desviar la línea hacia el borde de las comunidades. "Esto afectaría a terrenos protegidos, pero en menor medida que otras alternativas".

La línea discurre también por otros pueblos madrileños: Alpedrete, Becerril de la Sierra, Cercedilla, Collado-Mediano, El Escorial, Galapagar, Guadarrama, Los Molinos, Moralzarzal, Navacerrada y San Lorenzo de El Escorial.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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