Llamazares pide que la oposición aumente la presión sobre el Gobierno porque "ya no tiene la mayoría"

La dirección de Izquierda Unida, eufórica por el éxito de las manifestaciones del sábado en toda España, está ansiosa por lograr que esta protesta tenga consecuencias políticas. Gaspar Llamazares, el coordinador general de IU, se niega a asumir la tesis del Gobierno, según la cual las marchas fueron expresiones del pacifismo que sienten los españoles y que el Ejecutivo comparte. "Fue un 'no a la guerra' y un 'no a Aznar' tan evidente que nos lleva a concluir que el PP ha perdido ya la mayoría", defiende Llamazares.

Las manifestaciones del sábado son para Izquierda Unida -que fue una de las fuerzas organizadoras- el final de una serie de muestras de divorcio entre el Ejecutivo y los ciudadanos que en 2000 le otorgaron la mayoría absoluta. Todo empezó, recuerdan los dirigentes de IU, con la huelga general. Por eso Llamazares opina que ha llegado el momento de que la oposición aumente la presión sobre el PP. En el próximo debate sobre la guerra, mañana en el Congreso, el coordinador general de IU lanzará una idea que ya ha repetido otras veces: hay que presentar ya una moción de censura contra el PP, aunque se pierda, para que los ciudadanos vean que hay una alternativa. Como IU no tiene los votos suficientes, pedirá al PSOE que presente esa iniciativa. Sobre todo para que se vea de alguna manera que la oposición ya sabe que hay "una nueva mayoría, pacífica, democrática y europeísta, que Aznar no representa".

Durante la marcha, los máximos representantes del PSOE, IU, CC OO y UGT aprovecharon para conversar entre ellos, cuando apenas podían caminar. Un diálogo que fue continuación del que mantienen en las cenas que llevan a cabo periódicamente desde que se unieron para debatir las consecuencias de la huelga general.

Los cuatro llegaron a la misma conclusión, según Llamazares: el protagonismo correspondía a la gente, pero los ciudadanos se manifestaban con mensajes políticos, "hablando directamente al presidente del Gobierno, diciéndole que ya no le creen, que nadie le cree". Llamazares recuerda que muchos de los gritos iban directamente contra Aznar, entre ellos muchas peticiones de dimisión. Otro aspecto que ve positivo de la marcha es que "la gente va madurando en su capacidad crítica".

El buen ambiente, en general, entre partidos y sindicatos de la izquierda demuestran, según IU, la unidad que se respira contra el Gobierno, lejos de enfrentamientos pasados. Pero tanto Cándido Méndez (UGT) como José María Fidalgo (CC OO) recordaron, medio en broma medio en serio, que ellos se manifestaron también contra los socialistas cuando estaban en el Gobierno. Una forma de señalar que sus caminos, aunque ahora coinciden, pueden volver a separarse en cualquier momento.

En cuanto a la labor de oposición, Llamazares está especialmente preocupado por la sesión parlamentaria de mañana, porque el modelo elegido por el PP impide una vez más el debate. De eso se habló también durante la manifestación, aprovechando que la Ejecutiva del PSOE estaba allí casi en pleno. Tanto los socialistas como IU están estudiando la manera de mostrar de forma espectacular su protesta por la negativa del PP a ofrecer un debate real y con varias réplicas.