Una riada humana para la esperanza

La Campanya Valenciana contra la Guerra, la plataforma en la que se aglutinan 87 entidades y organizaciones, convocante de la multitudinaria manifestación que llenó el sábado las calles de Valencia tiene previsto lanzar, a partir del próximo martes, una campaña de banderas blancas para insistir en la necesidad de detener los preparativos bélicos. El portavoz de la Campanya Valenciana contra la Guerra, Antonio Arnau, se mostró ayer satisfecho por la riada de gente que desbordó la convocatoria y explicó que renovarán las peticiones al consejo de administración de Ràdio Televisió Valenciana para que les ceda espacios gratuitos, igual que está haciendo para publicitar la concentración del 2 de marzo a favor del Plan Hidrológico Nacional.

Arnau criticó ayer el tratamiento de las manifestaciones contra la guerra ofrecido por Canal 9, que en su informativo de ayer a mediodía dedicó más de 10 minutos a hablar de las nevadas y despachó en dos minutos todo lo referente a las protestas contra una guerra en Irak.

El informativo del mediodía de Canal 9 presentó la información sobre las manifestaciones sin especificar el número de personas que habían acudido a las protestas contra la guerra en Madrid y Barcelona. Tampoco mencionó las peticiones dirigidas al Gobierno de José María Aznar para que cambie su política y no incluyó ninguna imagen de la lectura de los manifiestos, aunque sí emitió declaraciones de Zapatero, Fidalgo y Arenas. La Televisió Valenciana también informó ayer del problema de la sequía en la Comunidad Valenciana y concedió protagonismo a las adhesiones de entidades y personas a la concentración del día 2 a favor del PHN.

El portavoz de la Campanya contra la Guerra recordó que también han solicitado a los equipos deportivos que en sus camisetas exhiban temas alusivos a la paz, igual que están haciendo en el tema del agua, y adelantó que se preparan otras iniciativas para que se oiga la opinión de la gente.

Para Antonio Arnau, la Delegación del Gobierno, las empresas de transporte público y el Ayuntamiento se limitaron a ofrecer una colaboración mínima. "La Policía Local no quiso cortar la calle de Colón, aunque la aglomeración de gente obligó a ello al final y las estaciones de metro no abrieron los tornos para que se pudiese salir de manera fluida", indicó Arnau, que destacó la ausencia de incidentes pese a la gran cantidad de gente. El portavoz de la plataforma convocante insistió en que, según las estimaciones realizadas por los colectivos convocantes, el número de manifestantes superó el medio millón.

Las iniciativas contra la guerra continuaron ayer. En la ciudad de Elche, alrededor de 2.000 personas se dieron cita, sólo unas horas después de la manifestación celebrada el sábado, en una Marcha por la Paz organizada por la comisión de Justicia y Paz de la Diócesis de Orihuela-Alicante. La marcha congregó a cristianos de todas las parroquias de la provincia y a numerosos miembros de la comunidad judía.

El acto comenzó a las 10.30 horas con una concentración en el paseo de la Estación de Elche, donde un grupo musical interpretó temas cristianos sobre la paz para dar la bienvenida a los participantes y donde también se escucharon cantos en hebreo. El obispo de la Diócesis, Victorio Oliver, procedió a dar lectura a su saludo, en el que destacó que la marcha "es un acto enteramente religioso, una reflexión y un compromiso por la paz", e insistió en que "es una marcha empujada por la solidaridad, porque creemos que aún es posible la paz".

La marcha concluyó en la basílica de Santa María. donde el obispo ofició una misa.

Pregunta en las Cortes

Por otra parte, el Grupo Socialista anunció ayer que esta semana

preguntará al presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, en la sesión de control del próximo jueves, cuál es la posición del Consell ante la decisión del Gobierno de España de apoyar los planes de George Bush de atacar Irak. El portavoz socialista, Joaquim Puig, señaló que la pregunta obedece a la negativa del PP de abordar este tema en las Cortes Valencianas, ya que es el único Parlamento que no se ha pronunciado al respecto. Puig recordó que la negativa reiterada del PP a tratar esta cuestión "es especialmente grave si se tiene en cuenta que la propuesta socialista para pedir al Gobierno central que agotara la vía diplomática fue la primera que se registró en un Parlamento autonómico". "El hecho de que el sábado cientos de miles de valencianos se manifestaran por las calles para mostrar su más absoluta repulsa a una intervención militar, hace necesario que las instituciones escuchen al pueblo e impidan la guerra", dijo.