La Fira de l'Aixada reúne en Manresa a 60.000 personas

La Fira de l'Aixada de Manresa, el mercado medieval que se celebra en la capital del Bages coincidiendo con la tradicional fiesta de la Llum, se cerró ayer con un más que notable éxito de público. La lluvia estropeó la sesión del sábado, pero ayer, las calles de la parte antigua de la ciudad estaban a rebosar, igual que los restaurantes y los aparcamientos. Se calcula que por la feria han pasado unas 60.000 personas.

Este año, el evento ha mantenido la presencia de puestos del sector alimentario con sus productos tradicionales, pero los expositores que han tenido más y mejor acogida han sido, por ejemplo, los que mostraban a los visitantes cómo se trabaja la madera para hacer unos zuecos o la piedra para moldear un mortero, o el mimbre para hacer un cesto. Y, sobre todo, ha mejorado la teatralización con la representación de un reinventado acto sacramental al que pone fin la llegada a la iglesia del Carme de la misteriosa luz con la que Manresa ganó la batalla al obispo de Vic para poder recibir el agua desde Balsareny a través de un canal.