Barcelona aprueba más de 40 planes urbanísticos para hacer 8.000 viviendas

La vivienda se configura como uno de los puntos fuertes de las futuras campañas electorales. Ayer fue uno de los asuntos más tratados en el pleno celebrado por el Ayuntamiento de Barcelona, que aprobó más de 40 planes urbanísticos que darán lugar a la construcción de unas 8.000 viviendas. Los proyectos más ambiciosos de los aprobados son los relativos a Sants, la Sagrera, Torre Baró, el parque de la Oreneta y la Ciudad Judicial.

El PP presentó ayer una petición para que se celebre un pleno municipal dedicado exclusivamente a los problemas relacionados con la vivienda. No se le aceptó, pero el alcalde, Joan Clos, garantizó que uno de los puntos del orden del día se centrará en este asunto, y recordó que la vivienda ha aparecido en todos los plenos celebrados en los últimos meses. Ayer no fue una excepción. De los 52 puntos del orden del día, más de 40 estaban relacionados con la futura construcción de pisos.

Se empezó con diversos informes (el turismo en 2002, la creación de empresas y el empleo, y un balance del Año Gaudí) y el punto siguiente era ya la ratificación de un convenio con el Gobierno catalán para rehabilitar vivienda en Gràcia y Sants-Montjuïc. A este punto le siguió el convenio para la semicobertura de la Gran Via en Sant Martí y, de nuevo, otro convenio para la construcción de 86 viviendas de alquiler para jóvenes. Aquí saltó la primera chispa. Los firmantes son el consistorio y el Gobierno catalán. CiU se abstuvo. Jaume Ciurana explicó que su formación rechaza que se construyan pisos en suelo calificado de equipamientos.

Un par de asuntos de trámite y volvieron las reformas urbanísticas: cesión de un solar a la Fundación Familia y Bienestar (cercana a Unió) para construir viviendas protegidas en régimen de alquiler para jóvenes. También aquí CiU se abstuvo. En cambio, votó a favor de la cesión de terreno en la calle de Marina para que el Gobierno catalán construya el mismo tipo de pisos. Y también se aprobó por unanimidad la cesión de suelo en Via Favència para que el Patronato Municipal de la Vivienda construya residencias tuteladas para ancianos. Además, se aprobó la reforma del barrio de Torre Baró.

No fueron las únicas medidas que supondrán la construcción de viviendas u oficinas. A continuación se aprobó la modificación de diversos artículos de las ordenanzas metropolitanas que permitirán rehabilitar edificios reduciendo el tamaño de los pisos hasta 80 metros cuadrados. Esta es una de las medidas propuestas por Clos para fomentar un nuevo tipo de vivienda en la ciudad.

Nuevas necesidades

La razón esgrimida es que también ha cambiado el tipo de familia, se ha reducido el número medio de hijos y, además, proliferan las familias monoparentales. En el último plan de la vivienda, explicó el primer teniente de alcalde, Xavier Casas, ha funcionado más la rehabilitación que la vivienda protegida nueva. Una rehabilitación que ha sido especialmente efectiva en Barcelona, donde se ha realizado el 50% del total de este tipo de obras en Cataluña y el 25% de las de España.

Los siguientes puntos fueron modificaciones del Plan General Metropolitano: la de la zona de Pedralbes, que supondrá la apertura de un vial en el parque de la Oreneta; la que afecta a la clínica Quirón, la plaza de Alfons Carles Comín y el camino de la Verge de Lorda; el entorno de la estación de Francia y las antiguas Cercanías, y un terreno en la Zona Franca, otro en la confluencia de Paral-lel y Nou de la Rambla, y otros.

Se aprobó también el plan de reforma general de la zona de la estación de Sants, el de la parte barcelonesa de la Ciudad Judicial y la reordenación del hospital de Sant Pau y de la ciudad sanitaria de Vall d'Hebron. Para cerrar el ciclo, se aceptó una fundación privada que, junto con los ayuntamientos de Santa Coloma, Badalona, L'Hospitalet y Sant Adrià, promoverá la construcción de vivienda de alquiler, sin limitación de edad, en estas poblaciones.

La inmensa mayoría de las decisiones se tomaron por unanimidad, pese a que las discrepancias de modelo son notables entre las fuerzas presentes en el pleno. En el fondo muchos comparten la opinión que formuló, ya en los pasillos, Joan Puigdollers (CiU): "Ahora hay que llegar a las elecciones como se pueda y al día siguiente habrá que plantear la revisión de la ley que rige la vivienda protegida". Casas dio ayer un dato de la eficacia de la protección oficial. En el periodo vigente estima que se concederá el equivalente a la mitad de las ayudas otorgadas entre 1998 y 2001, cuando sólo se dieron la mitad de las que hubieran sido convenientes. Y eso ocurre porque la protección oficial no resulta atractiva ni para el comprador ni para el promotor.