Más de 200 intelectuales catalanes firman un manifiesto contra la guerra
Más de 200 personas del mundo de la universidad, de la cultura y del espectáculo de Cataluña han firmado el manifiesto "No en nuestro nombre", que pide a la sociedad catalana un esfuerzo para detener la guerra y mostrar el rechazo a la "insensatez" del presidente del Gobierno, "que quiere llevar al país a la guerra pese a la oposición nítida de la mayoría de los ciudadanos".
El primer firmante es el historiador Miquel Batllori, el erudito jesuita fallecido el pasado domingo. También se han adherido, entre otros, el arquitecto Oriol Bohigas, el cantautor Raimon, el senador socialista Jordi Solé Tura, la escritora Rosa Regàs, los editores Jorge Herralde y Xavier Folch, los historiadores Carme Molinero y Josep Maria Fradera, el rector de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Lluís Ferrer, y los grupos musicales Dusminguet y Antònia Font.
El documento se muestra muy crítico con el Gobierno y su presidente, José María Aznar, con el concepto de guerra preventiva acuñado por la Administración estadounidense y también con el régimen de Sadam Hussein, del que se exige su salida inmediata del poder para que el pueblo de Irak pueda expresarse libremente.
"La amenaza de un ataque brutal y devastador [sobre Irak] es más próxima que nunca y paradójicamente la idea de una guerra contra un reconocido déspota y sanguinario como Sadam Husein ha perdido fuerza incluso entre los que hace poco eran partidarios de ella", escriben los intelectuales al inicio del manifiesto. En su opinión, las razones aducidas para justificar un eventual ataque se han demostrado "espurias" porque la causa última, a juicio de los firmantes, sería "el control de las reservas de petróleo".
Críticos con Aznar
Los intelectuales firmantes del manifiesto hacen un llamamiento a la movilización y censuran severamente la política del presidente del Gobierno. "Dentro del selecto grupo de partidarios de la fuerza militar destaca la incombustible insensatez de Aznar, que quiere llevar al país a la guerra a pesar de la oposición nítida de la mayoría de los ciudadanos".
El documento advierte de que los daños que la guerra ocasionaría "son infinitamente mayores que lo que se pretende resolver", y muestra la preocupación del mundo universitario catalán ante los efectos de la "guerra preventiva": "La aceptación de la idea de guerra preventiva derrumbaría definitivamente el principio tan trabajosamente construido de una comunidad internacional regulada por el derecho.
El Parlamento catalán también aprobará hoy una resolución contra la guerra, aunque con un tono más moderado. Sólo el Partido Popular (PP) quedó descolgado ayer del acuerdo.
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