_
_
_
_
Entrevista:PAUL SERENO | Paleontólogo

"Cada año descubrimos 6 o 7 nuevas especies de dinosaurio"

Jacinto Antón

El estadounidense Paul Sereno (Aurora, Illinois, 1957) es una leyenda viva en el campo de la investigación sobre los dinosaurios. Y su aspecto físico hace justicia a esa leyenda. Robusto y de aire juvenil, dotado de un magnetismo natural y una mirada que comunica pasión por los remotos mundos y bestias que constituyen su campo de estudio, Sereno habla de los dinosaurios con una familiaridad aterradora, más aún porque esgrime al tiempo en una de sus grandes manos una garra impresionante de Suchomimus tenerensis del Cretáceo, lo más parecido que uno pueda imaginarse al arma letal de los spilbergianos velocirraptores. Sereno, que visita Barcelona para pronunciar hoy una conferencia en el Museo de la Ciencia de la Fundación La Caixa, predice una explosión en los estudios sobre dinosaurios en los próximos años y subraya: "En la actualidad los paleontólogos estamos descubriendo seis o siete especies nuevas cada año, algunas procedentes de lugares no investigados". Apunta que hay unas 500 especies con nombre en la actualidad, de ellas la mitad bien conocidas y que quedan varios miles por descubrir. Y revela que tiene en su laboratorio un nuevo espécimen recién hallado por él en Níger, "aún sin nombre, del tamaño y aspecto de un raptor, espectacular", en parte engastado aún en la roca.

"Iremos a China para investigar si algunos sobrevivieron un tiempo a la extinción"
"El más extraño es el nigersaurio, le apodamos por su aspecto La Segadora"

Resulta paradójico que Sereno empezase, de niño, su afición por la biología coleccionando mariposas. O quizá no, si se tiene en cuenta que uno de los dinosaurios más recientes descubiertos, el microrraptor, es una belleza de cuatro alas. "Sí, es increíble ¿verdad? Nosotros en África estamos encontrando también especies asombrosas. Hay un boom de descubrimientos, que tiene que ver con la llegada de una nueva generación de estudiosos y la incorporación de nuevos países a la investigación, y se van a incrementar, y con ellos nuestro conocimiento de los dinosaurios". Para Sereno, lo que más está cambiando es que "empezamos a entender de manera mucho más refinada el árbol genealógico de los dinosaurios". El paleontólogo recalca que "ya no hay duda de que las aves son sus descendientes", y apunta su interés por las lecciones evolutivas que podemos aprender de los dinosaurios como, por ejemplo, por qué no los hubo acuáticos. "Fueron los reyes de la Tierra durante millones de años, pero no desarrollaron aletas ni dedos palmeados", observa.

Entre los clichés falsos sobre los dinosaurios que cuesta erradicar, Sereno señala lo de que las mismas especies vivieron mucho tiempo. "El asteroide que los hizo desaparecer sólo extinguió unas pocas especies, las demás habían ido desapareciendo periódicamente, con una existencia media de entre 1,5 y 5 millones de años. La diferencia fue que, tras la catástrofe, dejaron de aparecer nuevas especies".

Recientemente se ha sugerido que algunas especies de dinosaurios sobrepasaron el límite de la extinción. "No ha sido probado. Nosotros tenemos la idea de un próximo viaje a China para estudiar esa idea".

No siempre es fácil asimilar las nuevas ideas sobre los dinosaurios, por ejemplo eso de que el viril Tiranosaurio Rex tuviera plumas. Sereno ríe de buena gana. "Bueno, aún no lo sabemos a ciencia cierta. Había muchos dinosaurios con plumas. Precisamente estamos trabajando en el laboratorio con un espécimen de tiranosaurio que presenta una parte del cuerpo delineada en el sedimento, así que en poco tiempo determinaremos si tenía plumas o escamas". En todo caso, parece que no era tan terrible, sino más bien un carroñero. "No sé, no sé. No conozco ningún carroñero que no fuera capaz de matar si tuviera que hacerlo, ni ningún depredador que no se aprovechase de una presa cazada por otro. Yo creo que el tiranosaurio era un depredador activo la mayor parte del tiempo".

¿Se han producido muchos cambios en nuestras ideas sobre los dinosaurios desde aquella revolución de modelos de los años ochenta? "La mayor parte de aquellas ideas eran buenas, pero algunas necesitan revisión. Por ejemplo, lo de la sangre caliente. La textura ósea nos habla más de la velocidad a que crecían y no de la temperatura: creemos ahora que era intermedia, un tipo de adaptación que ya no existe. Eso permitía que crecieran a dimensiones tan grandes". Algo que ya se ha integrado en nuestra cultura es que había dinosaurios pequeñitos. "Pero no muchos. El segmento de dinosaurios como el microrraptor, de 77 centímetros, es muy inusual. La media de tamaño de los dinosaurios es grande".

A la pregunta de cuál es su dinosaurio favorito, Sereno responde: "Siempre el último que estoy estudiando; en este caso uno de los más extraños que he encontrado nunca, el nigersaurio del Cretácico, de 15 metros de largo, y con más de mil dientes. Le apodamos La Segadora por su aspecto. Convivía con éste de la garra". Pues debían de ser tiempos muy interesantes.

¿Por qué fascinan tanto los dinosaurios? "Por su poder. Dominamos el mundo y nos gusta imaginar cuando no era así. Y porque son la cristalización de un mundo perdido, pero no imaginario, sino completamente real. Lo que más me sorprende es la atracción que ejercen en los niños. Un pequeño mira el esqueleto de un animal que no ha visto nunca y lo entiende. Comprende que es la estructura interna de una bestia extinta; eso es un concepto científico que precisó de dos siglos para ser aceptado por la comunidad científica".

¿Qué habría que cambiar hoy de Parque Jurásico? "Bueno, no hay ADN válido de dinosaurio, y si lo hubiera, inyectándolo en un huevo de rana no tendríamos un dinosaurio, sino una rana muy infeliz. No podemos volver a la vida a los dinosaurios, hemos de contentarnos con las aves".

Y ¿qué no sabremos nunca de los dinosaurios? "A veces lo más difícil de conocer es lo que más querríamos saber. El color, el comportamiento. Cuán inteligente era un tiranosaurio rex y si hubiera sido capaz de cazarnos. Las cosas que nos interesan más de los animales cuando vamos a un zoo".

Paul Sereno, ayer en Barcelona con una garra de <i>Suchomimus tenerensis,</i> de hace unos cien millones de años.
Paul Sereno, ayer en Barcelona con una garra de Suchomimus tenerensis, de hace unos cien millones de años.JOAN SÁNCHEZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_