A favor de la paz y contra la guerra en Irak
Texto íntegro del manifiesto de los rectores de universidad:
"La paz y la seguridad de cualquier país, región, y del conjunto del planeta, sólo pueden lograrse mediante políticas concertadas que aseguren el diálogo, la participación, la satisfacción de las necesidades básicas de las poblaciones, el desarme global y la justicia social; jamás podrá lograrse con un enfoque exclusivamente militar, y menos con la constante amenaza de las armas.
Las armas nucleares, químicas y bacteriológicas nunca serán instrumentos para alcanzar la paz o la seguridad, sino artefactos con capacidad para destruir todo el planeta. Su completa eliminación es una aspiración de la humanidad que no se ve correspondida por los estados que todavía tienen inmensos arsenales de algunas de estas armas. Urgimos, por tanto, a que esos estados, sin excepción, se comprometan a deshacerse cuanto antes de cualquier tipo de armas de destrucción masiva, firmen todos los acuerdos y tratados de desarme existentes y suspendan toda actividad de investigación en este sentido.
Para enfrentarnos con eficacia a los retos mundiales necesitamos de organismos internacionales y regionales con capacidad suficiente para liderar estrategias de cambio a escala planetaria. Al respecto, Naciones Unidas no ha de ser un instrumento al servicio de algunos países hegemónicos, sino un foro de debate y de concertación de compromisos para actuar sobre problemas de alcance universal. Para que este organismo tenga mayor legitimidad, sus resoluciones han de tener el mismo valor y han de ser cumplidas sin dobles raseros.
Las Universidades son espacios privilegiados para la reflexión, el análisis, la investigación y la sensibilización sobre estos retos, por lo que nos comprometemos a multiplicar las actividades académicas centradas en estos temas, en la convicción de que la educación y la cultura han de ser los ejes sobre los que construir sociedades más justas y dialogantes. Reafirmamos igualmente nuestro compromiso para que los campus universitarios sean verdaderos espacios de diálogo y de encuentro para personas y sectores que están enfrentados y divididos, convirtiendo nuestras universidades en infraestructuras que ofrezcan oportunidades al logro de la paz.
Desde las universidades nos comprometemos también a intensificar aquellas actividades que promuevan la educación para la paz, así como la investigación que promueva la cultura de la paz y el desarme. No es admisible, en este sentido, que algunos gobiernos concedan más recursos a la investigación en armamentos que a cualquier otro sector de investigación, que España destine unos 1.500 millones de euros anuales a investigación militar -una cifra 11 veces superior al gasto gubernamental para investigación sanitaria y 300 veces mayor que lo dedicado a la mejora del sistema educativo- o que el presupuesto militar anual de Estados Unidos sea superior al gasto público mundial en educación superior. Reclamamos, por ello, que el Estado conceda prioridad inversora a los ámbitos educativos.
Queremos dejar constancia de nuestra posición a favor de mecanismos de paz para afrontar los problemas de la comunidad internacional y contra una posible acción de guerra en Irak, una acción de guerra que no responde a procedimientos justos de decisión y que afectaría a millones de inocentes. No puede avalarse un ataque preventivo al que la falta de pruebas suficientes convertiría, además, en injustificable. Manifestamos aquí nuestro apoyo y vinculación a las iniciativas ciudadanas que se están convocando en este mismo sentido".
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