Mariano, el jugador base
Los tres candidatos a suceder a José María Aznar -Mariano Rajoy, Rodrigo Rato y Jaime Mayor- defienden su política frente a Irak
¡Quién podía imaginar hace un año, cuando José María Aznar se despidió, que el campeonato para sucederle se jugaría en tan difíciles circunstancias nacionales e internacionales! En noviembre de 2002, ocurrió la catástrofe del Prestige. Pero también en noviembre, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la resolución 1.441 sobre Irak. Cuando, según los estrategas del PP, se comenzaba a percibir una digestión del desastre ecológico, ahora soplan los vientos de guerra contra Irak.
La presencia de España entre los 10 miembros elegidos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hace que el debate sobre la guerra tenga una trascendencia sin precedentes. La tregua, pues, que esperaban los dirigentes políticos populares para zambullirse en la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del próximo mayo fue una ilusión perdida.
Mariano Rajoy despliega una actividad que se confunde con la del presidente
A medida que los obstáculos se han ido sucediendo unos a otros, ha surgido en el Gobierno la figura del hombre orquesta, o quizá, si se prefiere, la del jugador que en el baloncesto hace de base. Ése es, sin duda, el vicepresidente primero, Mariano Rajoy.
Hay una pregunta elemental: ¿cuál de las actividades que desempeñan los ministros del Gabinete se parece más a la del presidente del Gobierno? No es difícil responder: las que ha asumido Rajoy. Él es, de hecho, el presidente en funciones permanente. No sólo preside el Consejo de Ministros cuando Aznar está de viaje -algo, por cierto, excepcional-, sino que en la práctica despliega una actividad que por su contenido y el mensaje que envía al respetable público se confunde con la del presidente.
Fue Rajoy quien bajó al terreno de la guerra cuando el viernes 31 de enero atacó al líder del Partido Socialista Obrero Español, José Luis Rodríguez Zapatero, por su posición frente al conflicto, reclamando una conducta de Estado. Aznar citó a Rodríguez Zapatero el pasado domingo al palacio de La Moncloa, pero al parecer también habló con dirigentes de la oposición. Jordi Pujol, por ejemplo. El seguimiento de esos contactos fue confiado a Rajoy.
El vicepresidente primero habló el pasado día 4, en vísperas de la presentación de Aznar ante el Congreso, con el portavoz parlamentario de Convergència i Unió, Xavier Trias. En Cataluña, los sentimientos pacifistas y antibelicistas son muy fuertes. Y ni Pujol ni CiU poseen una fuerza política, en la recta final de las elecciones municipales de mayo y de las autonómicas de octubre, para equivocarse. Rajoy también mantuvo contactos con Coalición Canaria (CC).
Si se juzga por sus resultados, Rajoy no consiguió atemperar los ánimos. Tanto CiU como CC hicieron una gran contribución el 5 de febrero para dejar aislado a Aznar. Fuentes gubernamentales aseguran que todo se andará. Por de pronto, subrayan, CiU no se unirá a los socialistas en su propuesta de moción contra la guerra. Pero si es así se debe menos a la simpatía de CiU por el Gobierno que a la posición del PSOE. A ojos de los convergentes, Zapatero no debió anticipar el pasado miércoles su posición contraria a la guerra si se vota una segunda resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En todo caso, no deja de ser cierto que la posición socialista ofrece un excelente pretexto a Pujol para acampar aparte y dejar todas las opciones abiertas.
También el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, se empeñó a fondo contra los socialistas a propósito de la guerra. El mismo miércoles, calificó la posición de Zapatero como un "ejercicio de irresponsabilidad". Aunque por la noche, en un acto en el Parque Tecnológico de Madrid, razonó:
- Los españoles deben saber que Naciones Unidas lleva tomando resoluciones en las que España no participó por no formar parte del Consejo de Seguridad. Esas decisiones exigen a un régimen muy peligroso que garantice el desarme total. El Consejo de Seguridad analizará el informe de los inspectores. Ellos deberán explicarnos cuáles son las garantías que tiene el mundo de que el régimen de Sadam Husein ya no tiene armas de destrucción masiva. Si no están en condiciones de apreciarlo, el Consejo deberá seguir tomando resoluciones posteriores. Esperamos que Husein cumpla con sus compromisos y desarme a su país del arsenal de armas de destrucción masiva.
Esta manera de ver las cosas pone menos el énfasis en que "Sadam Husein tiene la última palabra", según la doctrina Aznar-Bush, y más en el papel del Consejo de Seguridad, como propone Francia, entre otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Quizá sea sólo un matiz, pero ahí queda.
El tercero de los candidatos, Jaime Mayor Oreja, es quien más ha intentado elaborar el apoyo entusiasta de Aznar a la política de Bush. En una entrevista en Tele 5, al ser preguntado por los réditos que esperaba del apoyo a Bush, el candidato dijo:
- Es verdad que no hay dudas ni vacilaciones. He tenido la experiencia de defender la orden de búsqueda y captura de los terroristas en la Unión Europea, la euroorden. Nunca obtenía más que el visto bueno de los ministros del Interior, luego se celebraba el consejo y la euroorden no salía. ¿Cuándo salió? ¿Cuándo Europa adoptó una actitud unida frente al terrorismo? A partir del 11 de septiembre. La UE ha avanzado en su espacio policial y judicial gracias al sufrimiento y al dolor del pueblo norteamericano. ¡Qué duda cabe que la posición de Estados Unidos como aliado principal tiene una gran relevancia por unas razones o por otras!
Mayor Oreja abordó la sucesión en respuesta a si no veía con buenos ojos que Rodrigo Rato hubiera oficializado su disposición a suceder a Aznar. Fue el único de los tres candidatos que habló, en la semana, del asunto. Y señaló:
- Cada uno es como es y se expresa como cree que debe y aporta su forma de ser al partido. Unos creemos que bastantes problemas tenemos en el PP y en el Gobierno de España como para hacer planteamientos distintos. Otros consideran que es útil para el partido que haya una emergencia especial de alguna persona. Yo me quedó con los concejales y alcalde del PP.
Y Rato, por "emerger", ¿acaso no se queda con ellos?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.