TVE pagó un sobreprecio por la compra de películas a los intermediarios Sivsa y Drimtim
Durante la etapa de López-Amor firmaron contratos por más de 21 millones de euros
Televisión Española pagó en 1997 un sobreprecio por la adquisición de derechos de emisión de un paquete de largometrajes al utilizar empresas intermediarias. Durante la época en la que el ente público estuvo dirigido por Fernando López-Amor (entre 1997 y 1998), la cadena estatal suscribió contratos con Sivsa Entertainment y Drimtim Entertainment, representadas por Manuel Corbi, por un importe superior a los 3.500 millones de pesetas (21,04 millones de euros). En algunos casos, los contratos no especifican los títulos de los productos adquiridos ni la fecha de su entrada en vigor.
En su informe de fiscalización de los ejercicios 1996-99, el Tribunal de Cuentas pone de manifiesto que la compra de derechos de películas a través de intermediarios incrementó el coste de contratación, algo que "podría haberse evitado" dada "la capacidad negociadora de TVE". Precisa que la televisión pública es "la principal entidad española en adquisición de este tipo de derechos de emisión" y ratifica que hasta 1996, TVE contrataba directamente con las grandes distribuidoras cinematográficas, principalmente de Estados Unidos.
Tal forma de actuar se altera con la entrada en acción de Sivsa y Drimtim. En 1997, según los informes en los que se apoya el Tribunal de Cuentas, TVE compró a la primera derechos de emisión por un importe de 2.656 millones de pesetas (15,9 millones de euros) y a la segunda por 1.920 millones de pesetas (11,5 millones de euros).
Sivsa ocupa el cuarto lugar respecto a volumen de contratación, por detrás de MCA, Video Mercury y Warner Bros. Ese mismo año, TVE firmó también un contrato con José Frade PC por 1.600 millones de pesetas (9,6 millones de euros).
El paquete de Sivsa incluye 121 títulos, entre largometrajes (Ghost, Instinto básico o A propósito de Henry), telefilmes y miniseries. Los derechos se adquieren por dos pases, pero en ocasiones el periodo de difusión es menor a dos años (algunos títulos caducan a los 14 meses), plazo habitual en la compra de producciones audiovisuales.
El contrato, según los mismos datos, se suscribe el 30 de julio de 1997 y la vigencia de algunos productos comienza dos días más tarde. Pero determinados materiales se reciben con más de dos meses de retraso respecto al inicio de la vigencia del contrato, lo que supone una pérdida de disponibilidad de derechos para TVE.
Un paquete de 50 telefilmes comprados a través de Sivsa (de títulos ya emitidos por televisión) se valora en 10,3 millones de pesetas (61.900 euros) cada uno. Meses más tarde, por otra tanda de TV movies (de 45 títulos) de Drimtim se facturan a 48.080 euros por unidad. Estos precios son muy superiores a los que aplican compañías como MCA International y Beta Film, cuyos productos cuestan alrededor de 39.000 euros cada uno de media. En el catálogo de Sivsa no siempre se conocen los títulos ni la fecha a partir de la cual TVE tiene los derechos de emisión. Algunos aparecen con la leyenda "a escoger".
Drimtim actúa como intermediaria de World International Network y Hears Entertainment. Vende a TVE un total de 135 telefilmes por un valor de 1.920 millones de pesetas (11,5 millones de euros), según el informe provisional de la Intervención Delegada de Hacienda en el que se apoya el Tribunal de Cuentas. Ese organismo ya recogía que el precio medio de cada uno de los títulos ascendía a 14,2 millones de pesetas (85.543 euros), una tarifa muy superior a la que aplican las grandes distribuidoras. En algunos de estos contratos no se indica que la cadena estatal puede elegir títulos o rechazarlos en función de su línea de programación.
Los organismos fiscalizadores ponen de manifiesto que en ocasiones existen informes económicos negativos acerca del precio de adquisición. TVE replicó entonces que los precios se ajustaban a la calidad, a la rentabilidad en términos de audiencia y al previsible incremento a corto plazo de estos productos.
El Tribunal de Cuentas cita, asimismo, el contrato suscrito en 1998 con otro proveedor por un precio total de 2.279 millones de pesetas (13,7 millones de euros), que corresponde a la empresa Beggard Trans, compañía creada inicialmente para la promoción inmobiliaria. Esta empresa está vinculada al ex ministro de Sanidad en la etapa de UCD y ex consejero de RTVE por el PP Jesús Sancho Rof.
En el periodo evaluado, los gastos en la compra de derechos de emisión de producciones ajenas pasó de 13.849 millones de pesetas (83,3 millones de euros) a 26.367 (161,1 millones de euros). La compra de derechos representan entre el 94,6% y el 98,4% del total de los costes de producción ajena. El incremento es especialmente significativo en 1997 y 1999. El Tribunal de Cuentas echa en falta una planificación de las necesidades de programación para evitar "la inadecuada utilización de los recursos". La política de compras repercutió en las malas cifras económicas de la compañía. A finales de 1999, el endeudamiento de RTVE se situó en 4.718 millones de euros. Para final del actual ejercicio, la deuda acumulada se aproximará a los 6.000 millones.
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