Un limpiador, hallado muerto de un tiro en una parada de autobús
La víctima tenía un misterioso naipe del as de copas entre los pies
Un limpiador del aeropuerto de Barajas, Juan Carlos Martín Espacio, de 28 años, fue hallado muerto de un tiro en la cabeza por un conductor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) en una parada de autobuses del barrio de la Alameda de Osuna. El detalle de este homicidio que más interrogantes ha desatado en los investigadores ha sido el hallazgo de un naipe -un as de copas- entre los pies del fallecido. ¿Tiene algún significado esa carta de la baraja? Los investigadores aún no se atreven a pronunciarse.
Alguna hipótesis apunta a que se trata de un grupo mafioso o una apuesta
Eran las 4.45 de la madrugada de ayer cuando un conductor de la línea nocturna N-4 (Cibeles-Pueblo de Barajas) se percató de que un hombre estaba sentado en el primer banco de la marquesina de la parada situada en la plaza del Mar, junto a la vía de servicio de la carretera que va al aeropuerto. El chófer se bajó del autobús y tocó al hombre que estaba recostado sobre una de las columnas que sujeta la marquesina. En ese momento, cayó al suelo como un fardo, según comentaron varios testigos.
El conductor se dirigió a un bar cercano, que ya estaba abierto a esas horas de la madrugada. Desde allí, avisó a la policía y al Samur-Protección Civil. Los efectivos de una UVI móvil de este servicio de emergencias sólo pudieron certificar su muerte y, sin manipular el cadáver, lo pusieron a disposición de la autoridad judicial, según explicó un portavoz. La víctima podría llevar muerta entre media y una hora, según la inspección forense. "En cuanto cayó al suelo, se formó un charco enorme de sangre, junto a su cabeza. A esa hora no había nadie por la calle", señaló José María Ayuso, camarero del bar cafetería Cantabria.
El fallecido era Juan Carlos Martín Espacio, que presentaba una herida incisa en la zona parietal izquierda, lo que le produjo la muerte en el acto, según fuentes de la investigación. Un análisis posterior del cadáver permitió determinar que la víctima había recibido un disparo de una pistola del calibre 9 milímetros Parabellum. Los agentes no encontraron ningún casquillo junto al cadáver. Eso sí, junto a éste estaba una mochila vacía, propiedad de la víctima. En ella, supuestamente, llevaba su ropa de trabajo, del que acababa de salir y se dirigía a su domicilio, en el distrito de Tetuán. Sin embargo, el interior de la bolsa estaba prácticamente vacío. Tan sólo había el abono-transporte y la tarjeta profesional, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Una de las principales interrogantes del caso es el naipe que tenía la víctima entre sus pies descalzos: un as de copas, cuyo significado está siendo investigado por los inspectores de Homicidios. Algunas hipótesis apuntan a que se trata de algún grupo mafioso que haya puesto esta carta como aviso para el resto de sus víctimas o que se trate de algún tipo de apuesta entre los homicidas. ¿Es una clave que explicaría el móvil del asesinato? ¿O es obra de un psicópata que pretende imitar así al llamado asesino del tarot, el francotirador que en otoño pasado mató a nueve personas en Washington?
Los investigadores del Grupo X de Homicidios se han topado, además, con mayores dificultades. Los empleados municipales limpiaron la zona del crimen instantes después de ser levantado el cadáver, tras recibir la orden judicial. Esto supuso que la inspección ocular, aspecto fundamental en la resolución de un crimen, se hizo ayer de forma incompleta, con la consiguiente pérdida de indicios y posibles pruebas que podrían facilitar la detención del autor del disparo.
Los investigadores tuvieron que ir al cantón de limpieza de Barajas, donde los operarios llevaron las bolsas de la basura recogidas en el lugar. Entre los objetos había un mechero y alguna prenda de la víctima, además de la manta con que fue cubierta por el Samur. Dos agentes peinaron las calles contiguas a donde fue hallado el cadáver y no encontraron ningún indicio. Vaciaron, sin éxito, las papeleras próximas en busca del arma homicida.
Martín Espacio trabajaba en la empresa Roda, que se dedica a la limpieza de los aviones del aeropuerto de Barajas. Había sido contratado por esta compañía hacía unos dos meses. Ayer fue hallado muerto cuando se dirigía a su domicilio, en Tetuán, en el que vivía solo, ya que estaba soltero, según fuentes de la investigación. La víctima carecía de antecedentes policiales. Fuentes de la investigación señalaron que la familia del fallecido era de Collado Villalba.
La policía comenzó a interrogar ayer por la tarde a los compañeros de trabajo de la víctima para intentar reconstruir las últimas horas vividas por la víctima. Los vecinos de la zona no oyeron ningún ruido durante la madrugada, por lo que no se descarta que la víctima fue asesinada en otro lugar y trasladada a la parada del autobús ya muerta. En la zona no había restos de sangre.
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