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AMENAZA DE GUERRA | Debate parlamentario en España

El PP impide un debate a fondo sobre Irak al negar una segunda réplica a la oposición

Los populares consideran suficiente ampliar a 15 minutos el tiempo asignado a los portavoces

Los grupos parlamentarios del PSOE, Izquierda Unida y Mixto calentaron ayer el debate que hoy se celebrará en el Congreso en el que el presidente José María Aznar explicará la posición de su Gobierno sobre la eventual guerra contra Irak. Estos grupos denuncian que el formato elegido por el Gobierno impide que haya réplica de la oposición a pesar de que el Reglamento del Congreso prevé esa posibilidad en casos "excepcionales". En este caso está clara la excepcionalidad "porque se trata de la vida de seres humanos", según la secretaria general del Grupo Socialista, María Teresa Fernández de la Vega.

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El secretario general del Grupo Parlamentario del PP, Gabriel Cisneros, replicó a la oposición que no existe ninguna voluntad de cercenar el debate toda vez que, tras la intervención del presidente, habrá tres interpelaciones de la oposición al Ejecutivo.

El formato elegido por el Gobierno está regulado en el Reglamento del Congreso, artículo 203, según el cual uno de sus miembros, en este caso el presidente, a petición propia, podrá comparecer y tomar la palabra durante tiempo ilimitado. A continuación, los grupos de la oposición intervendrán por espacio de diez minutos. El Grupo Popular decidió ayer elevarlo a quince minutos. Ese mismo artículo prevé que "en casos excepcionales" se podrá abrir un turno para la oposición. El PP rechazó ayer esta posibilidad e impuso su mayoría para no ceder ese turno de réplica a la oposición. Hablará el presidente, a continuación la oposición y les replicará Aznar. Así concluirá el debate.

Esta decisión fue criticada por el PSOE, IU y el Grupo Mixto. La socialista María Teresa Fernández de la Vega interpretó que el presidente "tiene miedo". "No se tratará de un debate sino de un monólogo. Los ciudadanos deben saber que el presidente tiene todo el tiempo que quiera y la oposición quince minutos", remachó.

Sin motivos para la queja

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En el PP no ven motivos para la queja. Cisneros argumentó la negativa de su grupo a conceder una réplica de la oposición porque las circunstancias parlamentarias no son "excepcionales", como establece el Reglamento de la Cámara. Cisneros, por tanto, no juzga el fondo del asunto, es decir, una posible guerra, sino que sobre esta materia ha habido ya varias comparecencias e incluso después de la intervención del presidente habrá tres interpelaciones de otros tantos grupos parlamentarios que responderá el vicepresidente primero, Mariano Rajoy.

Había otra forma de hacer este debate que fue precisamente la que demandó el PSOE semanas atrás. El presidente presenta a la Cámara una "comunicación" en la que se exponen los puntos sobre los girará el debate. Tras las distintas exposiciones, todos los grupos pueden presentar resoluciones y, por tanto, el acto parlamentario termina con una votación. El PSOE siempre buscó esa votación, es decir, que todos los grupos de la Cámara se pronunciaran sobre el eventual ataque a Irak.

La votación no se producirá hasta el próximo martes, día 11, como consecuencia de las interpelaciones que hoy se discutirán.

Tanto el PP como el PSOE invocaron ayer lo ocurrido en la Cámara en 1990 y 1991 a propósito de la Guerra del Golfo. Lo cierto es que el entonces presidente Felipe González utilizó todas las fórmulas posibles. Pero el debate principal, producido el 17 de enero de 1991, fue con el formato largo, es decir, con comunicación previa del Gobierno y resoluciones que todos votaron. González compareció el día después de que empezara la Operación tormenta del desierto de la coalición internacional. El 5 de marzo de 1991 volvió a comparecer a petición propia para informar del desenlace de la guerra. Meses antes, el 11 de septiembre de 1990, González compareció a petición propia para informar sobre la situación creada tras la invasión de Kuwait por Irak, producida en agosto.

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la reunión con diputados y senadores socialistas.
El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la reunión con diputados y senadores socialistas.ULY MARTÍN

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