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La federación de donantes de sangre critica que el hospital militar Gómez Ulla rechace las donaciones de los gays

"La negativa a aceptar sangre de homosexuales viene de los ochenta, cuando se dijeron cosas muy estúpidas como asociar el sida con 'las tres h' (homosexuales, heroinómanos y hemofílicos)", explicó ayer el presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, Martín Manceñido, al referirse a la norma del hospital militar Gómez Ulla (Madrid) que prohíbe que gays y transexuales donen sangre. "El posible donante debe tener capacidad para autoexcluirse en función de su responsabilidad, y para ello no importa su orientación sexual, sino si ha realizado prácticas de riesgo", afirmó el presidente de los donantes.

Un real decreto de 1993 (modificado en 1996 y 1999) regula las condiciones de los donantes de sangre. En ninguno de los textos se establece que los gays no puedan donar. El Gómez Ulla prohíbe la donación a "personas con hábitos homosexuales o bisexuales, promiscuas o con relaciones inestables. "Bastaría con excluir a cualquiera que fuera promiscuo, homosexual o heterosexual", añadió Manceñido.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales exigió ayer al Gómez Ulla de Madrid (y a otros hospitales con normas similares) que modifique los folletos y acepte las donaciones de homosexuales y bisexuales. La presidenta de la federación, Beatriz Gimeno, afirmó que con la negativa se "desinforma a la sociedad", al mantener la asociación, rechazada por todos los responsables sanitarios, "entre sida y homosexualidad". Gimeno apoyó al teniente coronel José María Sánchez Silva (el primer militar en hacer pública su homosexualidad), quien ha denunciado a los directores del hospital por discriminación.

También la Fundación Triángulo e IU han manifestado su apoyo a la denuncia de Sánchez Silva. El Ministerio de Defensa se negó ayer a hacer ninguna declaración sobre el asunto.

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