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Reportaje:

El 'C-3' seguirá bajo el mar

Defensa rechaza reflotar un submarino republicano que hundieron los nazis

Jorge A. Rodríguez

"Torpedo dentro. Fuego". La orden del capitán Harald Grosse, al mando del submarino alemán U-34, disparó un torpedo G-7 contra el sumergible C-3, del Ejército de la República Española. A las 14.19 del 12 de diciembre de 1936, una explosión en la proa del C-3 lo hundió a 68 metros de profundidad en la bahía de Málaga, con 37 de sus 40 tripulantes atrapados. El pecio fue localizado en 1997 por el abogado malagueño Antonio Checa, quien desde entonces ha movido Roma con Santiago para reflotarlo. Pero el Ministerio de Defensa, tras dar largas al caso, acaba de confirmar que no sacará a flote la nave, "por falta de garantías en la eficacia de la maniobra".

Checa supo del C-3 por casualidad. Un día de enero de 1997, una burbuja de fuel emergió del fondo mientras pescaba con unos amigos. La curiosidad le llevó a remover papeles y memorias, hasta que supo que el fuel procedía del submarino que mandaba el alférez de navío Antonio Arbona. La ubicación se conocía desde el 16 de agosto de 1937, fecha en que fue balizado por la Marina republicana. Pero los vencedores de la guerra ocultaron el ataque alemán e incluso intentaron hacer creer que el sumergible hundido era el italiano Archimede y que el C-3 había desertado.

El rescate sólo depende del permiso del Gobierno, ya que el sumergible guarda 10 torpedos

"Es el único submarino de la República localizado, porque se sabe que el C-5 está frente a Fuengirola, y el C-1, cerca de Palma de Mallorca, pero nadie los ha hallado", afirma Checa. El abogado, apoyado por familiares de la tripulación del sumergible y entidades como el Consorcio para la Musealización de los Espacios de la Batalla del Ebro, ha realizado 12 inmersiones con un sumergible guiado por control remoto, que ha permitido tomar imágenes del pecio. En 1998 logró que Defensa enviara a la zona el Mar Rojo con un equipo de buzos, que certificó que la masa negra sobre la arena es el C-3.

Poco más ha hecho el Gobierno. El ministro Federico Trillo, sin decir no definitivamente, dio varias largas el año pasado, encargó un estudio técnico y vio que la operación era "costosa y difícil". El 30 de enero, el diputado socialista malagueño Miguel Ángel Heredia recibió una respuesta del Ejecutivo sobre las previsiones para reflotarlo.

"Los estudios", contestaba Defensa, "indican que el submarino está muy deteriorado, con gran cantidad de incrustaciones, pérdida del doble casco y muy probablemente partido por la mitad. El casco, además, está recubierto de gran cantidad de redes y cabos enmarañados (...). Esta situación produce que los estudios realizados indiquen que, al menos a corto plazo, debe desestimarse su reflotación por falta de garantías en la eficacia de la maniobra".

"Es la primera vez que lo dicen tajantemente y por escrito", explica Checa. La negativa no le arredra: "Si tengo que presentar un recurso contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional para que Defensa dé permiso, lo haré". La autorización de Trillo es preceptiva, porque el C-3 alberga 10 torpedos con 250 kilos de trilita cada uno. "Yo puedo ir a reflotarlo, pero me pueden mandar a la Guardia Civil. Prefiero que me ayude a que me persiga", bromea.

El abogado tiene un plan y dispone de dinero. "Tenemos quien pague los 420.000 euros que cuesta reflotarlo y los 180.000 de la restauración, porque la intención es exhibirlo en el Puerto de Málaga y que los 35 o 37 militares que hay en su interior tengan un entierro digno en Cartagena (Murcia), donde tenían su base, como funcionarios del Estado que eran". Checa tiene un contrato ya firmado con una empresa de rescate holandesa, otro con una productora de televisión y el visto bueno financiero de una potente entidad de ahorro andaluza. "Y ahora, en cuanto pueda, voy a llevar un equipo para hacer el informe técnico, porque no estamos dispuestos a quedarnos parados".

El reflotamiento emparejaría el destino del C-3 al de su verdugo. Harald Grosse murió en el mar del Norte, cuando el destructor británico Gurkha echó a pique con cargas de profundidad, el 23 de febrero de 1940, el submarino que entonces capitaneaba, el U-52. El anterior, el U-34, se hundió el 5 de agosto de 1943, pero fue reflotado el 24 de agosto de 1943. Para desguace.

Arriba, fotografía del <i>C-3</i>. Abajo, una imagen del pecio obtenida con sónar por un sumergible teledirigido.
Arriba, fotografía del C-3. Abajo, una imagen del pecio obtenida con sónar por un sumergible teledirigido.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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