Zapatero llama a la movilización contra la guerra en calles, escuelas y ayuntamientos
El líder socialista pide a Aznar que explique "las huchas de Villalonga, Gescartera y Cuiña"
Todos contra la guerra y a favor de la paz. Éste fue el mensaje, casi el grito, que lanzó ayer el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ante un auditorio de alcaldes y concejales socialistas de toda España reunidos en Valencia. El PSOE hace un llamamiento a los ciudadanos para que se movilicen "en las calles, en los colegios, en la universidad, en los ayuntamientos", para frenar el inminente ataque contra Irak. El líder socialista exigió al jefe del Gobierno español que "deje de gobernar contra la gente" y de "ir más lejos que Bush" al provocar la división de la Unión Europea. A la declaración de Aznar de que nadie podrá romper la "hucha de las pensiones y meter la mano" contestó reclamándole que explique las "huchas de Villalonga, Cuiña y Gescartera, así como la de Miguel Ángel Rodríguez", ex secretario de Estado de Comunicación.
Todos los intervinientes en la clausura de la III Convención Municipal del PSOE, celebrada en Valencia, incluyeron en sus intervenciones un "no a la guerra" y acusaciones al jefe del Ejecutivo español de apoyar un conflicto "al que se oponen la mayoría de los ciudadanos". "Hay algunos que quieren llevarnos a una guerra sin razones y sin argumentos y tenemos que hacer todo lo posible por conquistar la paz y por eso os pido que nos movilicemos contra la guerra y, en primer lugar, por solidaridad con el pueblo nortemaricano". Tras esta petición, Zapatero cosechó el primer aplauso del auditorio. Con esta última alusión, el líder socialista quiso dejar claro que él mismo y su partido no se oponen a la política de Bush por una suerte de antiamericanismo sino porque no ven razones.
La emisión la noche anterior en Televisión Española de la entrega de los premios Goya sirvió a Zapatero para abundar en su tesis. El claro mensaje contra la guerra que salió de las gentes del cine y la cultura mereció ayer el elogio de Zapatero. "La cultura ha interpretado muy bien el profundo sentimiento de este país que dice no a la guerra y les quiero felicitar". Zapatero continuó: "Este sentimiento tiene que expresarse en las escuelas, en las calles, en la universidad, en los ayuntamientos y os pido que os movilicéis porque Aznar tiene que saber que debe gobernar con la gente y no contra la gente". Los socialistas ya han empezado esta movilización al poner en marcha en todos los ayuntamientos la presentación de mociones contra una guerra en Irak, tal y como anunció el primer día de esta convención Álvaro Cuesta, responsable federal de Política Municipal del PSOE.
Con el llamamiento de ayer, Zapatero da un paso más en la intensidad de su rechazo a la guerra. No sólo alentará la manifestación del próximo 15 de febrero, convocada en todo el mundo, sino que hará el mismo llamamiento en los ámbitos educativos y ciudadanos.
En el Parlamento, el miércoles próximo, Zapatero exigirá al jefe del Gobierno "un cambio radical en su actitud" porque, a su juicio, ha incurrido ya en hechos graves "al ir más allá que Bush y provocar la fractura en la Unión Europea". Antes que Zapatero, el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el candidato a la alcaldía de Valencia, Rafael Rubio; el aspirante al gobierno valenciano, Joan Ignasi Pla, clamaron por la paz.
Austeridad y cercanía
El líder socialista felicitó a su compañero de ejecutiva Álvaro Cuesta y a los alcaldes y concejales por el resultado de esta convención de la que ha salido un tronco de 150 propuestas que todos los socialistas ofrecerán a los ciudadanos para las elecciones del 25 de mayo. La austeridad y la cercanía a los ciudadanos en la forma de gobernar fueron expresadas por Zapatero como hilo conductor del quehacer de los socialistas. Estas recomendaciones le dieron pie para arremeter contra el jefe del Gobierno y contra su ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana. Aznar, el día anterior, afirmó que el fondo de nueva creación para las pensiones significaba que nadie podrá romper la hucha de las pensiones y meter la mano. "Los españoles querríamos saber algo de las huchas de Villalonga y los directivos de Telefónica, algo de las huchas de Gescartera, de la hucha del dirigente del PP gallego Cuiña y de la hucha de Miguel Ángel Rodríguez que se ha llevado el contrato de Zaplana". Sobre este último asunto, tanto Zapatero ayer como Cuesta el día anterior incidieron. El Ministerio de Trabajo dio a la empresa de publicidad Carat España, que preside el ex secretario de Estado de Comunicación Miguel Ángel Rodríguez, la campaña de publicidad, por valor de 1.200 millones de pesetas, para explicar que los pensionistas recibirán la paga que les corresponde por el desvío de la inflación. "Esa campaña despilfarradora es una ofensa a los ciudadanos", dijo Zapatero.
La Comisión Ejecutiva federal del PSOE analizará hoy todos los asuntos que ayer abordó Zapatero en el acto de calusura de la convención municipal. Las acciones parlamentarias para conocer todos los detalles de la adjudicación a Miguel Ángel Rodríguez de la campaña de las pensiones será una de las decisiones a tomar. Los socialistas estiman que se ha tratado de una "adjudicación pactada" aunque haya tenido la apariencia de una licitación normal y en igualdad de condiciones con otras empresas. Álvaro Cuesta tildó en la inauguración de estas jornadas al ministro Zaplana de "perillán" y le comparó con el ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán.
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