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Reportaje:

Bombardeo virtual sobre el Carme y Buñol

Sirenas, tableteo de ametralladoras, y el silbido de las bombas sirvieron para protestar contra la guerra

El barrio del Carme de la ciudad de Valencia y la localidad de Buñol sufrieron en la madrugada del viernes al sábado un bombardeo virtual, un simulacro de lo que ocurriría si existiera una guerra de verdad y una protesta contra el conflicto bélico que se producirá en Irak. Durante cinco minutos los vecinos de Buñol y quienes paseaban o tomaban compas por el barrio valenciano se vieron sorprendidos por el sonido de sirenas, el zumbido de las turbinas de los aviones a reacción, el silbido de bombas en caída libre, los estallidos de los proyectiles y el tableteo de ametralladoras.

Con el sonido de las primeras sirenas, la reacción más común fue quedarse parado mirando hacia el cielo tratando de localizar el origen del estruendo. Los que se encontraban dentro de locales lo tenían más fácil. Bastaba con preguntar a algún camarero o haberse detenido a leer el cartel que los organizadores distribuyeron por la mayoría de los bares. Pero la mayoría de la gente que se encontraba en la calle desconocía de dónde salía el alboroto y que quería decir. Al final de la calle Caballeros, un fuerte altavoz situado en un piso arremolinó a decenas de personas desconcertadas. Al poco tiempo, la gente se fue dando cuenta de lo que pasaba. "Me está entrando un mal rollo que me voy a ir a casa", comentaba una joven a su pareja. Mientras, Mónica, una estudiante alemana se apresuraba a escribir en un papel Fuck to war y se lo colocaba en la parte de atrás de la enorme mochila que llevaba a cuestas.

El bombardeo virtual, al que se sumaron cuatro vehículos particulares cargados de altavoces, finalizó en la plaza del Tossal. Allí llegaron al poco tiempo cuatro patrullas de la Policía Local que se encaramaron al patio de una finca en la que seguía sonando el bombardeo. "Hemos venido para ver qué pasaba", comentó un agente. "Cuidado que viene Bush", respondieron algunos jóvenes que se agruparon alrededor de los policías. "Pero si no pasa nada, sólo protestamos contra la guerra", lamentaba uno de los participantes de la protesta que ya vestía canas. Al cabo de unos diez minutos, los agentes se retiraron en medio de clamores de "No a la guerra, sí a la paz".

El simulacro no pilló tan desprevenidos a los vecinos de Buñol porque el Ayuntamiento había advertido previamente de la celebración del bombardeo virtual, según informa Begoña Navarro. La concejal de Solidaridad, Maribel Ferrer, afirmó que el Ayuntamiento participaba en la iniciativa porque: "No podemos dejar que esta situación vaya a más". Cuando finalizó el simulacro varias personas se encerraron hasta las ocho de la mañana de ayer en el Consistorio, donde realizaron diversas actividades de carácter pacifista.

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