La primera ajusticiada de Europa

De ella se sabe poco: tenía menos de 25 años cuando la ajusticiaron; intentó deslizar el dedo pulgar de su mano izquierda entre el cuello y la cuerda que le asfixiaba, dos vueltas de soga trenzada que al final le causaron la muerte; probablemente después, o durante el ahorcamiento, le prendieron fuego y luego, una vez muerta, trasladaron su cuerpo al cementerio. Vivió entre los siglos IX y XII, pero sus restos son uno de los grandes hallazgos de las excavaciones arqueológicas que se están realizando en la plaza de El Salón de Écija (Sevilla), donde el Ayuntamiento prevé construir un aparcamiento subterráneo de tres plantas. Los trabajos empezaron hace 15 meses y ahora están centrados en la fase romana.

La mujer ahorcada pertenece al estrato anterior, el correspondiente a la época islámica, y su cuerpo -con la soga quemada y casi intacta aún enredada en el cuello- es uno de los alrededor de 4.000 que se han hallado en lo que fue un cementerio público. Los primeros informes de la excavación dirigida por la arqueóloga Ana Romo, revelan "casos únicos e infrecuentes" entre el patrimonio antropológico de la Península. La mujer ahorcada es la víctima del primer ajusticiamiento del que se tiene constancia en Europa.

Aunque aún harán falta varios años de investigaciones y análisis para profundizar en las costumbres y formas de vida de los que habitaron Écija hace 10 siglos, los arqueólogos trabajan ya con importantes hipótesis. Para estudiar los comportamientos violentos, por ejemplo, los antropólogos disciernen ahora quiénes fallecieron de forma natural y quiénes víctimas de la violencia.

Además de la mujer ahorcada, en la necrópolis islámica se ha hallado una pequeña fosa común a la que fueron arrojados tres individuos sin ningún tipo de ritual. Uno de ellos tiene aún clavada una lanza que le atraviesa la columna vertebral.

Los investigadores esperan aclarar también con el estudio de estas más de 4.000 inhumaciones cuáles eran las enfermedades más comunes de la época. De momento, ya se han detectado tres casos de lepra y varios de tuberculosis, una patología, que según los antropólogos, alcanza su máximo nivel de difusión en ambientes de hacinamiento, lo que confirma la alta densidad de población de esta zona entre los siglos IX y XII.

Del estrato romano que se está estudiando ahora, se han encontrado ya una plaza pública e importantes restos de mosaicos casi intactos y esculturas que siguen el modelo clásico griego. El pasado jueves, los arqueólogos dieron con una pierna que encaja perfectamente con el torso de un atleta hallado días antes.

Algunos de los restos han sido ya trasladados al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico para garantizar su conservación. Allí está, desde febrero, una imponente escultura romana de casi media tonelada de peso y más de dos metros de altura que representa a una amazona herida.

La estatua, con el mármol casi intacto y restos de cromatismo, apareció protegida dentro de lo que fue una piscina, lo que hace pensar a los expertos que pudo tratarse de un ocultamiento premeditado que ha durado 18 siglos. Si se confirma su origen, la amazona herida de Écija sería la quinta réplica romana de esta figura griega que ha llegado a nuestros días. Las otras cuatros se guardan en museos de Berlín, Estocolmo, Nueva York y Roma.