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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Retroceso a la Edad Media

Sevilla, como otros lugares, es un hervidero de bacterias producidas por orines y excrementos de perros. Una vez comprobado que pisar mierda no da buena suerte, se impone el deporte de esquivarlas. Más difícil lo tienen algunas personas minusválidas, porque las ruedas de sus sillas transitan sobre ellas y de forma inevitable van a parar a sus manos.

Cuesta creer que el vecino aparentemente educado que nos saluda en el ascensor, sea el mismo que va desperdigando los excrementos de su perro por las aceras. Parece mentira, pero esa vecina nuestra, la que en su casa es maniática de la limpieza, es la misma que sin ningún pudor va decorando las zonas comunes con más de lo mismo. También compartimos comunidad con vecinos que van plagando las zonas ajardinadas de plastas, y como si los perros fueran animales herbívoros tratan de convencernos con severos argumentos de los beneficios del abono. Se desconoce hasta el momento por qué no introducen el invento en sus macetas. Probablemente todos ellos se sientan orgullosos de las fiestas y tradiciones de su ciudad, y seguramente defiendan con uñas y dientes a sus dos equipos en los campos de fútbol, pero en el día a día aportan a ella un paisaje propio de la insalubre Edad Media. Es irracional culpar a los propios perros de la situación, y es indecente lanzar el reproche al personal de la limpieza viaria. Los únicos y absolutos responsables son los dueños de los canes. Sólo una minoría de ellos que no viven ajenos al respeto, ni a la ética, cumplen con la obligación de recoger y depositar en el contenedor más cercano las necesidades de sus perros.

Se dice que las autoridades multarán a los protagonistas de estas conductas; como todos tenemos en el bolsillo sensibilidad a raudales puede que funcione. También serían oportunas campañas que estimulen el sentido común para establecer una convivencia razonable entre animales y personas.

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