La risa como liberación
Salmantino de 1941, estudió Derecho y Sociología, aunque fue en el cine donde encontró el medio ideal para desarrollar su vocación narrativa (ha escrito más de setenta títulos de literatura infantil y numerosos guiones para películas ajenas), a la vez que para exponer sus reivindicaciones sociales y políticas.
José Luis García Sánchez ha entendido el cine como un medio para el entretenimiento, pero también para la denuncia: "La gente tiene versiones de las cosas que no se ajustan a la realidad", dice, "y la única manera de preservar los hechos es exponer públicamente una opinión de lo ocurrido", y ello preferentemente a través de la risa, "porque la risa te libera de muchas cosas".
Con tendencia a un humor sarcástico, a veces burdo, ibérico según su definición, ha realizado numerosas películas de éxito, entre las que destaca la alegoría social Las truchas, que mereció en 1977 el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín; Pasodoble (1988), El vuelo de la paloma (1988), Suspiros de España y Portugal (1995), Siempre hay un camino a la derecha (1997), Adios con el corazón (2000)..., que han alternado en su filmografía con títulos de corte dramático: Dolores, documental sobre Dolores Ibárruri codirigido con Andrés Linares (1980); La noche más larga (1991), sobre las últimas ejecuciones del franquismo; Tirano Banderas (1993), Divinas palabras (1987), Tranvía a la Malvarrosa (1996)...
Iconoclasta, "amante del aguijón envenenado y de la charanga inteligente", el realizador José Luis García Sánchez es heredero directo de una forma exclusivamente española de entender la risa.
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