Un Barça disparatado
Pese a su gran primer tiempo, el equipo de Van Gaal sucumbe en Vigo y se queda a 3 puntos del descenso y a 20 del líder - El Madrid empata en Bilbao con un gol de Ronaldo tras un duelo mayúsculo - El Racing, con Piterman acreditado como fotógrafo junto al banquillo, cae en Pamplona
A un partido del descenso y a 20 puntos del líder. Éstos son los números del Barça al término de la primera vuelta más disparatada que se le recuerda al equipo azulgrana. Ni los más pesimistas ni los más ácidos con Van Gaal o Gaspart podían prever un derrumbe semejante. El Barça se desangra en la clasificación mientras su entorno está cada vez más caldeado. Ya ni la fortuna ampara al equipo cuando más lo merece. Así le ocurrió en Vigo, donde el Barça, poco o mucho, expuso todo lo que tiene y dejó un primer tiempo lustroso, el mejor de la temporada. Fue de frente desde el primer segundo, Bonano le sostuvo al detener un penalti a Gustavo López con el 0-0 y el Barça atropellando a su rival.
Todos a una con Van Gaal, el Barça se dio un empacho ante Cavallero, pifió un gol tras otro y, como tampoco tiene flor, se fue el garete por un patinazo defensivo infantil y un golazo galáctico de Sylvinho. Es el santo y seña de un equipo tan mal tejido en el verano y tan mareado durante el curso por su técnico que, futbolísticamente, es un enfermo terminal: no tiene pegada, ni en el ataque ni en la defensa. Ya ni el firme compromiso con el técnico le permite un respiro.
Eso sí, más cerca del pozo está el Racing, al que un gol de diferencia sobre el Espanyol le rescata por ahora de las tinieblas. Mal debú para el ubicuo Piterman, que se estrenó en El Sadar como presidente, técnico y.... reportero gráfico. Sí, sí, con un peto de fotógrafo al pecho pudo estar tan cerca de la pomada como quiere. Tras la derrota (3-1), pidió tiempo para sí mismo. Lo que no le queda a Van Gaal.
Para vuelta la de la Real. Cinco puntos sobre un equipo celestial (Real Madrid), ocho sobre el campeón vigente (Valencia) y once sobre el súper de copas (Deportivo). Éstos son sus números mágicos, lo que ya despoja a la Real de cualquier etiqueta de telonero de la Liga. Resuelta su visita al Calderón, ayer contempló cómo su vecino de Bilbao le restaba dos puntos al Madrid. De nada le sirvió al equipo de Del Bosque que Ronaldo cazara un gol con 0-0. Luego, a balón parado, la jugada más dañina para este Madrid, Del Horno selló el empate. Poco botín para ambos equipos tras un duelo vibrante, con pulso en las dos áreas, con fútbol mayúsculo. Dos equipos a tumba abierta que pusieron todo el empeño del mundo. Unos envidaron con coraje; otros, con clase. Y el público lo agradeció como en las grandes tardes.
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