Sandro saca al Málaga de la sequía
La sequía de dos meses y medio sin ganar ya es historia para un Málaga que no hizo demasiados alardes ofensivos. Joaquín Peiró optó por poblar la medular ante la velocidad e inteligencia de Eto'o e Ibagaza, que hicieron tambalear el jueves los cimientos del Bernabéu. No era para menos porque el argentino siempre fue la referencia de las acometidas de un conjunto balear menos valiente que ante el Madrid, pero muy hábil en las contras.
Sandro, que se enzarzó con Darío Silva en el entrenamiento del sábado, veía desde el banquillo cómo su equipo quedaba hipotecado a los balones largos hacia la doble D, Darío y Dely, y al exceso de celo en la conducción del balón por las bandas. Pero cuando saltó al campo condujo a su equipo a la victoria.
MÁLAGA 1 - MALLORCA 0
Málaga: Contreras; Josemi (Bravo, m. 30), Sanz, Roteta, Valcarce; Manu, Romero, Miguel Ángel (Sandro, m. 46), Musampa; Darío Silva y Dely Valdés (Canabal, m. 76). Mallorca: Leo Franco; Cortés, Lussenhoff, Niño, Poli; Novo (Carlos, m. 76), Marcos, Riera (M. Soler, m. 26), Ibagaza (P. Soler, m. 88); Eto'o y Pandiani. Gol: 1-0. M. 64. Sandro realiza una buena jugada y cede a Musampa, que la pone lejos del alcance de Leo Franco. Árbitro: Pérez Lasa. Amonestó a Dely Valdés, Darío Silva, Canabal, Marcos, Pandiani y Cortés y expulsó a Poli con la tarjeta roja directa. Unos 16.000 espectadores en La Rosaleda.
El panorama no era halagüeño para el Málaga. Pero una dura entrada de Poli al reaparecido Bravo le costó la tarjeta roja a la media hora de partido y el Mallorca, con diez, pasó a ver las cosas de manera más sosegada.
Peiró esperó hasta la reanudación para componer un ataque más coherente que el marcado por los pelotazos. Y entró Sandro. Con el menudo jugador canario en el campo, los volantes malaguistas ya no tenían que estar tan preocupados por conducir el cuero hacia arriba. Ahora lo recibían cerca del área y con opciones de buscar la cabeza de Dely o el oportunismo de Darío. Así llegó la jugada más espectacular del Málaga, con una chilena del delantero uruguayo que sacó Leo Franco.
El acierto del guardameta argentino y la ya crónica falta de puntería del ataque andaluz postergaron el gol. La cuestión era previsible por la convicción que puso Sandro y por las desgracias que caían sobre el conjunto de Gregorio Manzano, lastrado por el esfuerzo copero y con un jugador menos.
Así las cosas, Musampa fue el elegido para el gol cantado a pase de Sandro.
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