Entre OPAS anda el juego
Dragados y Metrovacesa reabren la pugna por el control en la construcción
ACS ha lanzado una OPA para reforzar su control sobre Dragados, pero Bami se ha dormido y puede perder el control de Metrovacesa tras la OPA lanzada el miércoles por dos grupos italianos. Ambas pagaron grandes primas a la banca en 2001 para hacerse con sus participaciones, dejando ayunos al resto de accionistas, pero el anunciado cambio de la legislación de OPA y la insuficiente cuantía de los paquetes adquiridos pone en riesgo el mantenimiento de su control. Un riesgo que también comparte Sacyr con Vallehermoso.
Los próximos cambios normativos y la escasa cuantía de los paquetes de control propician las compras hostiles
Grupos italianos tratan de arrebatar a Bami el control de Metrovacesa y ACS lanza una OPA para no perder Dragados
Aquellos polvos trajeron estos lodos. ACS, Sacyr y Bamir, se hicieron hace unos meses por sorpresa, sin contar con la mayoría de los accionistas afectados, con el control del mayor grupo español de construcción, Dragados, y las dos primeras inmobiliarias españolas, Vallehermoso y Metrovacesa. Compraron directamente su control al SCH y al BBVA, cuidándose de adquirir paquetes accionariales ligeramente por debajo del 25% de su capital para evitarse así la obligación legal de lanzar una OPA. Operaciones que indignaron a los pequeños accionistas y también al Gobierno que, como consecuencia de aquello, tramita en estos momentos una nueva legislación para protegerlos y hacer imposibles operaciones similares de tomas de control societario.
La inminencia de esta nueva legislación y la limitación en su cuantía de los citados paquetes de control constituyen terreno abonado para que otros competidores les apliquen la misma o parecida medicina y les desalojen de las compañías que adquirieron hace unos meses. ACS, Bami y Sacyr lo saben y preparan su fusión acelerada con las compañías sobre las que han tomado el control con el objetivo de dificultar y encarecer desembarcos hostiles. Pero las fusiones son operaciones complejas, llevan tiempo y éste es escaso.
Rapsodia italiana
Un tiempo que se le puede haber agotado a Joaquín Rivero, presidente de Bami, que se desayunó el miércoles con una OPA sobre el 75% de Metrovacesa presentada por las sociedades Quarta, propiedad del grupo constructor italiano Caltagirone, y Astrin, controlada por inversores italianos. Rivero habia adquirido el 23,9% de esta inmobiliaria en junio al BBVA por 545,4 millones de euros (a 35,6 euros por acción con una prima para el banco del 23,9% sobre su cotización) y preparaba en estos momentos la fusión de Bami y Matrovacesa. La OPA hostil que acaban de lanzar sobre esta última ofrece a los accionistas 25 euros por título (1.229 millones como importe máximo de la operación) con una prima del 19,6% y está condicionada a la aceptación por al menos el 50% del capital.
Rivero ve, así, no sólo peligrar su brillante operación de hace siete meses, que convirtió a Bami en accionista de referencia en Metrovacesa, sino que para mayor escarnio los italianos pueden arrebatarle su control pagando mucho menos de lo que él pagó. Además, en diciembre, rechazó una oferta de La Caixa para fusionar Colonial, su inmobiliaria, con Bami y Metrovacesa, que le hubiera evitado los actuales problemas.
Más diligente, o más afortunado, ha resultado ser Florentino Pérez. Hace quince días alguien le debió dar el cante de una operación similar sobre Dragados y el presidente de ACS y el Real Madrid, abandonó precipitadamente el palco desde el que presenciaba el encuentro de copa entre al Madrid y el Terrasa y se sacó de la manga en 24 horas una OPA para reforzar con un 10% adicional su paquete de control en el citado grupo. ACS, la constructora de Florentino Pérez, controla desde abril el 23,5% del capital de Dragados, paquete que adquirió directamente al SCH por 900 millones de euros (el banco contabilizó 538 millones de plusvalía). La oferta pública de adquisición que ahora se propone fija un precio por título de 22,2 euros, idéntico al que se pagó al SCH, pero la prima sobre su cotización última es muy inferior: 36,5% frenta a 59%.
Pérez cumple además, con esta operación, con la nueva normativa de OPA anunciada el pasado día 8 por el vicepresidente Rodrigo Rato, que se aprobará vía decreto en un próximo consejo de mimistros. La normativa establecerá que cuando se adquiera menos del 25% del capital de una compañía pero exista la intención del comprador de cambiar entre un tercio y la mitad del consejo, se obligará a la sociedad compradora a lanzar una OPA por el 10% del capital. De este modo, ACS contenta al Gobierno, hace un guiño al pequeño accionista de Dragados, y facilita la proyectada fusión entre ambas constructoras que puede ser anunciada en las juntas generales del mes de abril. Y sobre todo, se encarece y dificulta una OPA hostil de Ferrovial o Acciona, aunque ambas han desmentido que estuvieran estudiando esa posibilidad, o de otro grupo, que acabe arrebatando el control de Dragados a ACS.
Una estupenda pero cara jugada, a juicio de los analistas. ACS arrastraba ya una importante deuda por la adquisición del paquete de control de Dragados y ahora lo incrementa en 383 millones con la nueva OPA. La Caixa, que le financió la primera compra, puede que ahora se muestre menos dispuesta y que tengan que aportar fondos algunos socios de ACS (la familia March y "los Albertos", Alberto Cortina y Alberto Alcocer).
Más complicado lo tiene Rivero para hacer frente a la OPA italiana. Financió la compra del paquete de control en Metrovacesa al BBVA con créditos del propio banco y con recursos de caja de la inomibiliaria adquirida. Ahora tendría que desembolsar en solitario 1.300 millones para lanzar a su vez un OPA sobre el 75% del capital de Metrovacesa, que es la cifra que resulta de pagar un 5% más por acción que lo ofrecido por los italianos y que es el mínimo exigido por la legislación vigente. El blindaje en Metrovacesa mediante la limitación de los derechos de voto a un máximo del 25%, con independencia del número de acciones que se tengan, puede no servirle de nada a Bami porque la OPA de los italianos está repartida entre dos grupos.
Sacyr está libre hasta ahora de una OPA hostil en Vallehermoso, la inmobiliaria que controla desde enero de 2002, tras adquirir al SCH el 24,5% de su capital por 569 millones, que financió en un 80% con créditos. Los analistas, sin embargo, creen probable que puedan producirse en próximas fechas operaciones de cambios accionariales en Metrovacesa.
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