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El Convento de Santa Clara de Úbeda, un edificio histórico del siglo XIII, amenaza ruina

Las monjas exigen soluciones para el inmueble en el que se alojó Isabel la Católica

Santa Clara es el primer convento de monjas que hubo en Úbeda (Jaén) después de la Reconquista. Ya desde septiembre de 1290 se conocen documentos que hacen referencia al Real Convento de Santa Clara, fundado por franciscanas, y del mismo modo se tiene constancia de que la Reina Isabel la Católica se hospedó en él, el 5 de noviembre de 1489, cuando se dirigía a Baza (Granada). Nada de eso ha sido suficiente para acelerar un proyecto de intervención, que el Ayuntamiento de Úbeda, la Junta de Andalucía y el Obispado mantienen estancado desde hace años.

El convento, de casi 4.000 metros cuadrados y declarado Monumento Nacional en 1979, se ha convertido en paso obligado de curiosos y turistas que visitan Úbeda, que junto a Baeza son las únicas candidatas españolas al título de Patrimonio de la Humanidad que promueve la Unesco.

Pero las nueve hermanas que viven dentro del inmueble encuentran cada vez mayores dificultades para mantener el edificio en pie a pesar de las diferentes obras que se han venido ejecutando en los últimos años. "Somos conscientes de que la inversión necesaria para mejorar el estado del edificio es millonaria, pero es que se nos está cayendo", reconoció Sor María Auxiliadora, la que fuera abadesa durante más de 20 años. En 1986, el convento fue declarado en ruina por los técnicos de las diferentes Administraciones y tuvieron que recurrir a los medios de comunicación y a la Casa Real para que "aquí viniera alguien, porque no teníamos donde dormir", explicó la hermana María Auxiliadora.

Fue entonces cuando, desde la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, se llevó a cabo la primera fase de un proyecto que durante más de dos años se había venido estudiando y se invirtieron cerca de 540.000 euros en la parte norte del edificio, la más afectada, correspondiente a la zona destinada a las vivienda de las clarisas.

Después de 1992, el convento ha tenido que hacer frente a diferentes obras de emergencia debido, sobre todo, al hundimiento de parte de la estancia que albergó a Isabel la Católica, a la canalización de las aguas, y a las continúas goteras que "han dañado las cubiertas de los techos así como la estructura de los muros que ya no aguantan más", indicó la hermana Auxiliadora. Del mismo modo, parte de las vigas de los sótanos del edificio están apuntaladas y éstas, al ser de madera, están podridas por la humedad y la carcoma, lamentó la hermana clarisa.

Fuentes de ingresos

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La congregación, que vive de los dulces caseros que prepara de forma artesanal, ve en éstos y en las donaciones del pueblo de Úbeda su únicas fuentes de ingresos. Los dulces se venden en su mayor parte en las fechas de Navidad, pero los ingresos que les proporcionan son insuficientes a la hora de afrontar los gasto del convento. En las pasadas Navidades terminaron de pagar la deuda contraída, desde hacía más de un año, con el albañil. El presupuesto inicial para arreglar parte del tejado se vio multiplicado por diez, porque "no se ve dónde alcanza lo dañado hasta que no se empieza a profundizar durante la ejecución de las obras", lamentó Sor María Auxiliadora. "Además, aún tenemos muros apuntalados desde el año 1990", añadió.

Aunque el convento no está abierto al público, las hermanas clarisas reconocen "que las llaves siempre han estado a disposición de todo aquél que las solicite al igual que su iglesia". Precisamente es en esta última donde la intervención se hace más urgente, según Marcelino Sánchez, alcalde de Úbeda.

La cubierta de la Iglesia junto a la zona del obrador, dónde las hermanas realizan de forma artesanal todo tipo de dulces, son las zonas en las que se quiere actuar "relativamente pronto, en cuanto obtengamos la financiación de la Junta, del Banco Europeo de Inversiones y aquélla procedente de los programas de dinamización turística", indicó Marcelino Sánchez.

La Consejería de Cultura ha llevado a cabo diferentes obras de emergencia en los últimos cuatro años, con un presupuesto que asciende a los 180.000 euros y reconoce la existencia de un proyecto, ya aprobado y supervisado, de actuación en el convento ubetense, pero éste "tiene que seguir el convenio marco que el Obispado tiene suscrito con la Junta de Andalucía", señaló la delegada provincial, Andrea Gómez.

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