El tripartito logra que no se debata en el Parlamento el Plan de Vivienda
El tripartito logró ayer su objetivo de que el Parlamento no debata el Plan de Vivienda elaborado por la consejería que encabeza Javier Madrazo. La Mesa de la Cámara, con mayoría de los grupos que apoyan al Gobierno, atendió la petición de IU y sus socios nacionalistas y rechazó la petición de la oposición aduciendo "defectos de forma". Treinta parlamentarios populares y socialistas habían solicitado la discusión del principal plan de la consejería de Madrazo, que iba a realizarse en un pleno el día 31.
El error formal que aprecia la Mesa es que no se puede debatir sobre un plan que no ha sido registrado en la Cámara. Madrazo presentó el documento en la comisión correspondiente, pero no lo tramitó en el registro.
El anterior Plan de Vivienda, elaborado cuando la consejería estaba encabezada por Patxi Ormazabal (EA) fue debatido en el Legislativo a pesar de que el Gobierno también se hallaba en minoría. El precio que tuvo que pagar fue la aceptación de múltiples propuestas de resolución que aprobaron populares y socialistas. Eso es precisamente lo que quiere evitar Madrazo, cuyo plan podría quedar incluso totalmente invalidado, si coincidieran en el no las dos formaciones constitucionalistas y los miembros de la suspendida Batasuna.
La Mesa hace suyos los argumentos del tripartito al admitir su escrito que pedía la reconsideración de la decisión anterior de tramitar el pleno monográfico. Nacionalistas e IU subrayaban que, según el artículo 50.2 del Reglamento del Parlamento, la oposición no puede presentar un orden del día -al que está obligada-, salvo que presente su propio Plan de Vivienda puesto que el del Ejecutivo no va a iniciar el trámite parlamentario. A pesar de todo, el presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, se mostró convencido de que este debate se producirá en fechas posteriores, ya que "es plausible que se debata sobre cuestiones que interesan tan directísimamente a la ciudadanía".
"Obstruccionismo"
Los representantes de PP y PSE en la Mesa, Carmelo Barrio y Manuel Huertas, respectivamente creen que el órgano de gobierno de la Cámara se ha convertido en un filtro político que hurta debates de calado a la sociedad.
Barrio criticó que los partidos del Ejecutivo desarrollan una "política obstruccionista" que después remata "esa consejería más del Gobierno en la que se ha convertido la Mesa".
Huertas se mostró sorprendido ante la reconsideración de la Mesa pues, dijo, los ciudadanos están muy interesados en conocer a fondo el diseño del plan. El representante socialista concluyó que la decisión evidencia que, pese a la división de poderes, los intereses del Legislativo van en igual dirección que los del Ejecutivo.
La parlamentaria de IU-EB Kontxi Bilbao replicó que la oposición vierte acusaciones falsas "para encubrir su propia falta de rigurosidad".
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