La vuelta a Cuba de Edmundo Desnoes

Algunas cosas en Cuba han cambiado más de lo que la gente piensa. Si no, sería muy difícil explicar el regreso a la isla del escritor Edmundo Desnoes tras 22 años de exilio en Estados Unidos, y nada menos que como jurado del Premio Casa de las Américas 2003, que se falla hoy en La Habana. El autor de Memorias del subdesarrollo, novela que llevó al cine en 1968 el desaparecido director cubano Tomás Gutiérrez Alea, ha vivido días intensos desde que desembarcó en la isla. Su presentación como jurado en la sede de Casa de las Américas, hace diez días, arrancó un largo y sostenido aplauso que estremeció no sólo a su destinatario, sino a muchos de los intelectuales reunidos allí. Estaban presentes el ministro de Cultura, Abel Prieto, y el jefe del todopoderoso Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central del Partido Comunista, José Ramón Balaguer, que bendijeron con su asistencia la catarsis colectiva. Luego, Desnoes, que prepara un libro que se llamará Memorias del desarrollo, contó en petit comité cómo le fue por Estados Unidos: "Mi decisión fue no vivir como un exilado, soñando con Cuba. Yo tuve que congelar la experiencia de mi vida en la isla y dedicarme a integrarme a una sociedad nueva con valores y parámetros distintos, y eso tomó todas mis energías. La división que crea el hecho de vivir mitad aquí y mitad allá, pensando en Cuba, es desgarradora". Otra señal de cambio en la esfera de la cultura es la concesión este año del Premio Nacional de Literatura al escritor Lisandro Otero, y eso, pese a haberse marchado a México en los años noventa -donde incluso adquirió la ciudadanía de ese país- y haber escrito artículos muy críticos sobre Cuba, algo que hasta hace pocos años no le hubiese sido perdonado.-