Los foros mundiales de Davos y Porto Alegre se abren hoy con el presidente Lula como gran estrella

El Foro Económico Mundial y su alternativa antiglobalización, el Foro Social Mundial, se inauguran hoy en Davos (Suiza) y Porto Alegre (Brasil) con el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, como estrella indiscutible de ambos. Lula irá a Davos y Porto Alegre con un puñado de sus ministros. Algunos, como el titular de Economía, Antonio Palocci, y el de Cultura, Gilberto Gil, lo acompañarán en ambos viajes para indicar que no habrá discontinuidad en las dos acciones. De hecho, se comenta ya que el discurso, la tarde del viernes, de Lula en Porto Alegre, ante 100.000 personas, a orillas del río Guaíba, no será diferente, excepto en el tono, del que pronunciará en Davos ante los gestores económicos del mundo.

El de Porto Alegre se presenta esta vez, en su tercera edición, con características muy diferentes de las anteriores, debido precisamente al triunfo de Lula. Éste había sido en las dos ediciones anteriores, junto con su Partido de los Trabajadores (PT), el corazón de la protesta de Porto Alegre como símbolo de la antiglobalización. El Foro Social Mundial había sido, sobre todo, el Foro anti-Davos.

Este año, cuando se espera en la capital gaucha a más gente que nunca, cerca de 100.000 personas de 125 países, de las que 30.000 son jóvenes, el ambiente que se respira en esta ciudad de millón y medio de habitantes es diferente. Lula va a ser de nuevo la gran atracción del Foro, pero esta vez de otra forma. Lo será como nuevo presidente brasileño, como el líder de la izquierda latinoamericana que ha llegado al poder y que desde Porto Alegre tomará el avión para el otro Foro, el de Davos, el de los "capitalistas y banqueros", como siempre se había oído gritar en Porto Alegre.

Lo gritó en el pasado el mismo Lula con estas palabras: "En Suiza los ricos se encuentran para discutir en cuánto tiempo van a ganar el próximo billón de dólares. Aquí, en Porto Alegre, el pueblo se reúne para saber cúando se va a empezar a repartir alubias".

En Porto Alegre es posible que, por primera vez, algún grupo más radical, que ve con malos ojos que Lula vaya a Davos, llegue a contestarlo en público. Pero la mayoría de la izquierda mundial que organiza el Foro brasileño ha visto con bueno ojos que Lula vaya a hablar a los banqueros del mundo "como portavoz de las reivindicaciones de Porto Alegre", tal como ha dicho el ministro de Cultura brasileño, Gilberto Gil. Quieren que vaya a Davos con un discurso firme, para pedir a los grandes y ricos de la Tierra "un nuevo curso económico" alternativo al del puro capitalismo neoliberal, que no hace más que producir nuevas masas de pobres en el mundo.