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La protesta contra el Gobierno no cesa | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

Nunca Máis moviliza a 45.000 estudiantes de Galicia en una cadena humana de Laxe a Muxía

La plataforma considera la acción un gran éxito tras la campaña de desprestigio del Gobierno

Ramón Lobo

En Laxe están clavadas cientos de cruces en la playa con el nombre escrito a mano de aves y peces petroleados. Las colocaron allí, hace días, los chicos de la aldea. Ayer, desde ese cementerio metafórico, arrancó una inmensa cadena humana formada por estudiantes de Galicia que enlazó Laxe y Muxía, una de las zonas más afectadas. En 40 kilómetros se distribuyeron 45.000 personas. Sin gritos, sólo garabatos en la arena y silencio frente a las olas.

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Hubo otras en Vigo, A Coruña y Santiago; en Baiona y Oleiros, y en decenas de aldeas, donde niñitos de EGB se unieron simbólicamente a una protesta convocada por Area negra (Arena negra), plataforma de profesores integrada en Nunca Máis. María Díez, su portavoz, dice emocionada: "Ha sido magnífico; lo conseguimos; un éxito pese a las muchas dificultades". Se refiere a las presiones de la Xunta sobre las empresas de transporte. "Tuvimos que contratar autobuses en Ponferrada pagando el doble", afirma Carmen, profesora coruñesa. Otros alquilaron en Asturias y Portugal. Area Negra movió ayer 864 autocares escolares -en una jornada normal transitan en toda Galicia 2.441-, lo que provocó atascos y retrasos en la formación de la cadena.

Desde la Consejería de Educación responden: "Era día lectivo; teníamos que asegurar vehículos para los miles que acudían a clase". Sólo en enseñanza secundaria están matriculados en Galicia 198.815 alumnos. La protesta de ayer fue dominada, en un altísimo porcentaje, por los centros públicos. Participaron también algunos colegios religiosos: la Compañía de María aportó cerca de mil personas de A Coruña y Santiago.

En Traba -arenas kilométricas próximas a Laxe-, estudiantes de Camariñas, Carballo, Vigo y Cabo Ortegal formaron la palabra VIDA, enfundados en plásticos multicolores. Martín tiene 13 años y es parte de la letra A. "Estamos aquí para que no vuelva a ocurrir lo del barco", dice. Delante, trazada sobre la arena, una palabra: Nunca Máis chapapote. Esa mañana dieron clase de Matemáticas y Gallego. Algunos chicos llevan pegatinas o van embutidos en camisetas de la plataforma cívica. No hay símbolos independentistas ni pancartas radicales; sólo algunos paraguas. David, de 16 años, es parte de la D. Vive en un pueblecito lucense. No quiere ser marinero "porque es muy duro y se gana poco". Prefiere la informática. Dice, a coro con su amigo Esteban, que está ahí en protesta contra el vertido. En la base de la I destacan dos niñas de 13 años. Giada habla con acento italiano, pues nació cerca de Milán. Lorena, que es de la isla de Fuerteventura, sesea idiomas del sur. Son hijas de la emigración.

En el punto de la I, un grupo de profesores. Luisa enseña Ciencias Naturales. "Es una gran lección: están adquiriendo valores", afirma. María Díaz, portavoz de Area Negra, insiste: "Hoy les hemos enseñado naturaleza, esperanza, lucha, vida y futuro; lo mejor que les podemos dar". "Queríamos que miraran al mar; que aprendieran de él; ese es el motor del acto de hoy", sostiene un escritor de Burla Negra, colectivo de artistas de Nunca Máis.

Algunos de los estudiantes de secundaria que ayer formaron una cadena humana desde Camariñas hasta Muxía.
Algunos de los estudiantes de secundaria que ayer formaron una cadena humana desde Camariñas hasta Muxía.EFE

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