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Los países pequeños se rebelan contra el plan franco-alemán para reformar la UE

La Convención para el futuro de Europa vive un duro debate sobre la presidencia

Carlos Yárnoz

La mayoría de los 25 países que formarán la UE el año que viene aclararon ayer ante la Convención sobre Europa que rechazan la propuesta franco-alemana de que la Unión cuente con un presidente designado por los líderes para cinco años. "Lamentable", "antidemocrática", "inaceptable" o "innecesaria" fueron los adjetivos de representantes de Bélgica, Holanda, Irlanda o la Eurocámara. El presidente del foro, Giscard D'Estaing, aventuró para dentro de unas décadas una Europa federal con competencias en moneda, política exterior, justicia "y, sin duda, defensa".

Giscard, partidario de esa propuesta, ya preveía un rechazo frontal a ese presidente "de plena dedicación". Por eso, el presidente de la Convención, que anunció "un debate complicado y difícil", advirtió que en la UE habrá en 2004 tres grupos de países: en el primero, los seis que tienen más de 40 millones de habitantes (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, España y Polonia) y que representan el 74% de la población total de la UE. Casualmente, son los que apoyan la principal iniciativa de la propuesta franco-alemana.

El segundo grupo, integrado por los ocho Estados que tienen entre 8 y 16 millones de habitantes, sólo acogen al 19% de la población de la Unión. Y los 11 más pequeños, los más firmemente opuestos a la propuesta de Berlín y París, representan únicamente al 7% de la población.

Así se alinearon en el debate de ayer, si bien los pequeños se sintieron apoyados por los participantes del Parlamento Europeo y de la Comisión. El tenso ambiente quedó plasmado en la primera intervención después de Giscard. Fue la de Gijs de Vries, representante del Gobierno holandés: Europa, dijo, "no necesita un nuevo presidente, sino luchar contra la delincuencia o conservar el medio ambiente". "Sería el político más poderoso de Europa, pero no hemos oído que vaya a ser elegido por los ciudadanos. ¿Dónde queda la democracia", se preguntó al concluir en medio de nutridos aplausos.

Louis Michel, ministro belga de Exteriores, dijo en nombre de su Gobierno: "No podemos aceptar un presidente en competencia directa con el de la Comisión. Es inaceptable". "Que lo elijan en todo caso los ciudadanos", pidió el irlandés John Bruton, que tachó de "lamentable" la idea de Francia y Alemania.

El británico Peter Hain, representante del Gobierno de Tony Blair, uno de los dos supuestos aspirantes a presidente de la UE (José María Aznar sería el otro), quiso aplacar los ánimos al precisar que Londres no desea "un presidente de Europa", sino "un presidente del Consejo Europeo". Fue inútil, porque tuvo que escuchar más críticas de representantes de Letonia, Eslovenia o Hungría. Hasta el italiano Giuliano Amato, vicepresidente de la Convención, se manifestó en contra de un "jefe monocrático, un superjefe de la UE". El eurodiputado liberal británico Andrew Duff rechazó ese "superpresidente" designado "sin control parlamentario" y que sería "un rival" del presidente de la Comisión. El eurodiputado francés Alain Lamassoure recordó que los ciudadanos quieren elegir a sus representantes.

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Por el contrario, prácticamente todos los participantes en el debate sí aceptaron la iniciativa franco-alemana de que el presidente de la Comisión sea elegido por el Parlamento Europeo, y no designado previamente por el Consejo. Sería un pequeño avance hacia esa Europa federal que hoy se contrapone a la confederal. En el modelo federal, como explicó Giscard, habría un Ejecutivo fuerte para gestionar las competencias comunes (exterior, justicia, defensa, moneda) y una segunda cámara legislativa en la que estarían representados los Estados. "Es lo contrario de lo que ha prevalecido 50 años", avisó.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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