Más de 200 sacerdotes de Vizcaya critican a la Conferencia Episcopal

Mas de 200 curas de Vizcaya creen que la pastoral de la Conferencia Episcopal Valoración moral del terrorismo en España, causas y consecuencias es parcial e injusta y extiende una "mancha de inmoralidad" sobre el nacionalismo. El cardenal Antonio María Rouco ya ha recibido la carta en la que se desvinculan de una instrucción que omite "la tiranía franquista" y el "exacerbado centralismo del Estado".

La recogida de firmas acabó el día 3 e inmediatamente después la misiva fue remitida al presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco, que ya la tiene en su poder, según informó ayer el diario Deia. Los sacerdotes le transmiten su decepción por una instrucción pastoral hecha pública el 22 de noviembre de 2002, que consideran parcial, con citas mutiladas del Papa, y tendenciosa, al verter sospechas de inmoralidad contra los nacionalismos democráticos y legítimos.

Para los firmantes, es aún más grave ese hecho por cuanto la pastoral se redacta desde "unas opciones nacionalistas españolas a las que implícita y acríticamente se las considera ajustadas a la doctrina social de la Iglesia".

Los curas de Vizcaya le dicen a monseñor Rouco que no se sienten vinculados por el documento doctrinal y que siguen suscribiendo y "acogiendo como pauta pastoral" la última carta de los obispos vascos de mayo de 2002, titulada Preparar la Paz. Un documento en el que se apostaba por el diálogo entre partidos, se declaraba incompatible el terrorismo con la paz y se hacía referencia a los malos tratos y torturas, para concluir que "no todo vale contra el terrorismo".

Los curas de Vizcaya critican que la pastoral de la Conferencia Episcopal vincule el nacimiento del terrorismo al nacionalismo totalitario, pero obviando"la tiranía franquista en el hecho de su nacimiento. Tampoco hacen mención alguna del secular centralismo exacerbado del Estado español y la represión de la cultura vasca. Estos hechos jamás han sido condenados por la Conferencia Episcopal, antes bien los obispos españoles calificaron como cruzada lo que fue alzamiento militar y que luego desembocaría en dura represión social y política".