"Es una medida desproporcionada"

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía fue, junto a Cáritas y Médicos del Mundo, una de las pocas organizaciones que se interesó por los chabolistas rumanos en alguna ocasión. Chelo Gutiérrez, una de las integrantes del grupo que trabaja temas de marginación, condena la intervención policial por desproporcionada.

Pregunta. ¿Qué opinan de la actuación policial en el asentamiento chabolista?

Respuesta. Nos parece excesiva, desmedida y un poco fuera de lugar. No hay acusaciones concretas contra ellos, no hay orden judicial para actuar así ni tampoco creaban alarma social, así que no hay razón jurídica que lo justifique. Por otra parte ha habido momentos más duros antes como el brote de hepatitis en los que las administraciones no han intervenido. Es un poco gratuita la zozobra que se ha generado para una identificación policial.

P. ¿Cree que obedece a razones electoralistas?

R. Pienso que sí. Lo más tremendo es que en estas situaciones resulta especialmente grave que se juegue con la gente por razones electoralistas. La Delegación del Gobierno ha colocado ahora el problema en el tejado de la Junta y el Ayuntamiento para que actuen en un caso de chabolismo.

P. Entre los detenidos se incluían 16 menores.

R. El martes vimos una situación muy triste en la comisaría: había fuera dos niñas de 8 y 9 años que ni siquiera sabían hablar español mientras sus padres seguían dentro. Finalmente se las llevaron los demás, y también había un chico de 16 años solo, que ha acogido la Junta de Andalucía. Ya sólo a nivel humano es tristísimo e innecesario.

P. ¿Qué deberían hacer en el caso de los menores?

R. Como mínimo no separarlos de sus padres. Es que si los padres hubieran cometido algún asesinato, bueno, pero en este caso no hacía falta eso, bastaba con pedirles los papeles y citarlos a la comisaría para identificarlos al día siguiente.

P. ¿Preparan alguna actuación concreta?

R. Nuestra capacidad de acción es limitadísima. Lo que más me preocupa es la criminalización de esta gente, al final queda la imagen de un grupo de gente metida en un autobús como si fueran delincuentes y eso es lo más difícil de borrar.

P. ¿Considera que se han conculcado los derechos humanos en este caso?

R. Pienso que sí porque es desproporcionada la medida respecto a la situación y a las circunstancias, y si me apuras es arbitraria por todo lo negativo que acarrea. Si en nuestros barrios viviera alguien sin papeles y, de repente, la policía decide cerrar el barrio y entrar de noche para detenerlo sería un escándalo, pero cada vez se utiliza más un doble rasero. El nivel de los derechos humanos desciende conforme baja el nivel económico de la gente.