Garabatos vándalos en el Retiro
El Ayuntamiento limpia la Casita del Pescador, divertimento regio del XIX, muy dañada por los 'grafiteros'
El Ayuntamiento limpia la Casita del Pescador, divertimento regio del XIX, muy dañada por los 'grafiteros'
El vandalismo gráfico se acaba de cobrar una nueva víctima: la Casita del Pescador del parque del Retiro. Su rara belleza se ve mancillada por grafitos de torcido trazo, cuya fealdad ha obligado al departamento municipal de Conservación de Monumentos a acometer su limpieza urgente.
Con dos siglos de historia, reducido tamaño y profusamente ornamentada, la Casita se alza en el confín norte del parque, junto a la puerta de O'Donnell y detrás de la Montaña Artificial. Es un delicado testimonio de la arquitectura caprichosa. Éste fue un género constructivo surgido en el siglo XV en los jardines regios y nobles italianos. Consistía en esparcir por parques y acotados unas estancias reducidas, con carga mágica, que permitían adentrarse a los laberintos que albergaban, esconderse entre sus muros de barro cocido y escuchar el latido del corazón antes de una sorpresa amorosa. Así era entonces el divertimento de reyes y nobles. A principios del siglo XIX, el rey Fernando VII, afecto a esta lúdica manía, dispuso que algunos de esos pabellones fueran construidos en la zona septentrional del Retiro, estrictamente reservada para solaz de la familia real.
Rodeada por una pradera con 15 árboles, la Casita del Pescador ocupa una islita cuadrada sobre un estanque, donde nadan dóciles patos de cuello tornasolado y otros, más orgullosos, blancos. Se une con tierra firme por un pasillo de madera. El pabellón está pintado en tonos de color rojo tostado, al estilo inglés, con cuarteles y paneles de color crema sobre los que se representan grifos, centauros y otros animales mitológicos, así como ornamentaciones inspiradas en grutescos del Renacimiento.
Las cuatro fachadas de la Casita del Pescador albergan hornacinas sobre las que en su día fueron colocados bustos romanos. Hoy se hallan salvajemente emborronadas. En el interior del delicado edificio, al que se accede por cuatro puertas claras a modo de fraileros, hubo en su día mobiliario bruñido, caobas y palisandros, paredes enteladas de raso. Un chapitel emplomado, rematado con una bola de metal gris, cubre la zona alta del pabellón donde ventanucos de cristal, abiertos a pedradas por los vándalos, han causado la entrada de palomas y la de sus dañinas deyecciones. Algunos grafiteros sin escrúpulos han embadurnado paneles, hornacinas, ventanas, muros y puertas.
Tampoco se salvan de los garabatos unas ruinas románicas situadas junto a la Casita y que corresponden a la ermita abulense de San Isidoro.
El departamento municipal de Conservación de Monumentos acomete la primera fase de la limpieza de la Casita del Pescador, andamiada y cubierta con un envoltorio transparente, que permite adivinar su delicada estampa. Borrar los garabatos costará 60.000 euros y la operación durará tres meses.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Grafiti
- Parque del Retiro
- Vandalismo
- Restauración artística
- Monumentos
- Conservación arte
- Ayuntamientos
- Parques y jardines
- Arte urbano
- Patrimonio histórico
- Administración local
- Desórdenes públicos
- Madrid
- Violencia
- Comunidad de Madrid
- Areas urbanas
- Patrimonio cultural
- Delitos orden público
- Delitos
- Arte
- España
- Urbanismo
- Administración pública
- Cultura
- Justicia