El PSC recupera el gobierno de Cambrils con una moción de censura

Una moción de censura presentada ayer por el PSC, IC, ERC e independientes puso punto final al gobierno de convergentes y populares en la población de Cambrils (Baix Camp), en un pleno en el que el alcalde saliente, Joan Serra (CiU), en tono crispado, acusó a la oposición de actuar de forma desleal, "por afán de poder", y recordó que era la primera moción de censura en la historia de la población.

Uno de los aspectos más destacados del programa del nuevo gobierno, capitaneado por el socialista Robert Benaiges, será la paralización del polémico proyecto de construcción de un campo de golf en el Parc Samà por parte de la empresa Med Group, con una inversión cercana a 120 millones de euros.

La moción de censura se empezó a gestar a mediados del mes de diciembre, a raíz de la ruptura del pacto de CiU y el PP con el independiente Francesc Garriga. Desde entonces, el gobierno quedaba en minoría y, según denunció ayer la oposición, Joan Serra no realizó ningún movimiento para estabilizar la situación. De hecho, la justificación de la presentación de la moción de censura a tan sólo cinco meses de las elecciones locales se basó en la parálisis del equipo de gobierno y en la desunión existente entre los responsables de las diferentes áreas municipales. Robert Benaiges realizó una larga enumeración de las actuaciones que deberá realizar su gobierno y se comprometió a aportar a Cambrils -una población de más de 16.000 personas- "trabajo, esfuerzo, dedicación y diálogo".

El portavoz de ICV, Salvador Matas, informó, por su parte, de que, a diferencia de lo realizado por el equipo de gobierno, "donde cada uno gobernaba su área sin ninguna comunicación entre sí", ellos gobernarán " en equipo", y contradijo a Serra al asegurar: "A nosotros nos hubiera sido muy fácil seguir haciendo oposición hasta las elecciones". Uno de los aspectos más destacados es la paralización del proyecto de construcción del campo de golf en el Parque Samà, que preveía asimismo la construcción de 500 viviendas, para lo que hizo falta la modificación del plan general. A falta de la aprobación del plan parcial, el proyecto queda en suspenso hasta que las nuevas elecciones decidan su destino.

La moción de censura se desarrolló en una sala de plenos abarrotada en la que se dieron cita los principales responsables de los partidos en la provincia. El alcalde saliente, Joan Serra, se mostró muy airado y aseguró que el argumento de la oposición de parálisis "es una falacia" y que la presentación de la moción obedecía a "motivos de venganza personal y a un estallido de rabia contenida".