Rescatados en Ceuta dos inmigrantes sepultados entre toneladas de basura
Aplastados bajo toneladas de basura y maderas. Así encontró la Policía Local de Ceuta a dos inmigrantes de nacionalidad tunecina, M.A., de 53 años, y su hijo N.H.S., de 20, que fueron rescatados ayer con vida después de permanecer varias horas bajo miles de kilos de desperdicios en el interior de un gigantesco contenedor de la planta de transferencia de residuos, donde se prepara la basura antes de su traslado a un vertedero peninsular.
En el interior de uno de los 20 compartimentos, de ocho metros de largo y dos de alto, que se usan para verter los desperdicios, se encontraban semienterrados y con síntomas de asfixia los dos tunecinos. Padre e hijo habían aprovechado la oscuridad de la noche para introducirse en uno de los recipientes que todavía permanecía abierto y en el que tan sólo se habían arrojado hasta entonces unos 70 kilos.
La policía barajó como primera hipótesis que los inmigrantes no pretendieran viajar clandestinamente a la península, sino que tan sólo buscaban un refugio para dormir. Una vez lleno, los trabajadores cerraron herméticamente el contenedor y lo colocaron para que un camión lo dejara en el puerto. Fue entonces cuando se percataron de los primeros golpes. Se dio aviso a la Policía Local y 14 agentes, todos los que se encontraban a esa hora de servicio, acudieron hasta la planta de basuras, así como una dotación de Bomberos y un equipo sanitario del 061.
Mugido de una vaca
Los bomberos tuvieron que manipular el contenedor hasta destrozar la parte superior. Una vez abierto, los propios agentes rebuscaron manualmente entre los desechos para encontrar algún signo de vida. "Escuchamos un lamento, parecía el mugido de una vaca", afirmó uno de los agentes.
No quisieron utilizar herramientas, ni siquiera palas para evitar dañar a los inmigrantes, de los que desconocían su número y si se encontraban bien. Tras quince largos minutos de angustia rescataron al de más edad, que levantó una mano entre las basuras. Casi inconsciente fue atendido por el 061 y trasladado al hospital.
Minutos después se liberó a su hijo, que tuvo que ser reanimado en la ambulancia y que ocupó durante algunas horas una cama en la UCI del hospital ceutí, donde todavía siguen ingresados. A pesar de haber permanecido sepultados entre toneladas de basura, los dos evolucionan favorablemente de sus heridas. Ni fracturas ni lesiones internas. Tan sólo contusiones en vértebras y el aplastamiento de caja torácica.
Su futuro sigue siendo incierto. Al ser originarios de Túnez no pueden ser repatriados a su país de origen, como se hace habitualmenten en la ciudad con los indocumentados marroquíes, a los que se expulsa por la frontera de Tarajal, por lo que se espera su ingreso en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), en el que serán acogidos hasta que se resuelva su situación legal en España.
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